Capitulo 14

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¿Estoy muerta?, mi mente se hacia esa misma pregunta una y otra vez, temía que la respuesta sea sí, eso sería muy inesperado. Una suave caricia en la mejilla respondió mi pregunta, sin saberla, abrí los ojos con pereza. Mi madre se encontraba parada a mi lado, bajos sus ojos habían ojeras muy notables, una lagrima surgió y me dedico una sonrisa muy sincera, hermosa, acogedora y llena de amor que solo una madre te puede ofrecer con verdaderas emociones. El sonido de la maquina que marcaba el ritmo de mi corazón me hizo darme cuenta de donde me encontraba, examine la habitación blanca, me lleve la sorpresa de ver a mi papa dormido en el sillón azul claro de la habitación, el rostro de mi papa se veía preocupado aun en sueños.

-El vino tan rápido… no me imagine que vendría –comento mi mama, rompiendo el silencio. Al principio creí que mentía, sin embargo que importaba eso, el está aquí. Me resulta tan maravillosa su presencia aunque no sorprendente, mi padre me ama no podía negarlo, aunque este divorciado de mama siempre ha estado cuando más lo he necesitado, con una excepción, no tengo de que quejarme, solo de aquel abandono de seis meses después del divorcio, en esa etapa los necesite a los dos conmigo, el no estuvo, le dejo toda la carga a mi mama, ella se encargo que mi nueva etapa de vida no afectara los valores que me habían enseñado, le agradezco de por vida aquello- ¿Cómo te sientes mi niña? 

-Bien, no te preocupes mami –conteste con cierto tono conocido como nostálgico, ella beso mi frente.

-Me asuste tanto cariño –confeso y una lagrima se le escapo. Me dolía saber que lloraba por mi, siempre he odiado ver llorar a la gente, sobre todo si les tenía algún aprecio, aunque el simple hecho de ver llorar a alguien me parte el alma, ver llorar a mi mama se sentía peor.

-Mami estoy bien –dije intentando apaciguar un poco su dolor, mi corazón no soportaba ver a mi madre con la mirada triste, haría cualquier cosa para que ella no se sintiera de esta manera, la comprendo, a mi igual me entristece la idea de separarme de ella- pase lo que pase mama, seguiré amándote mil años mas –sus lagrimas cayeron sin control, no me importo el dolor de los cables o el dolor de mi pecho. Me incline para adelante, mama me abrazo y yo descanse la cabeza en su pecho, como una niña, una niña necesitada de cariños.

La puerta sonó, yo mantenía los ojos cerrados, intentando conciliar sueño.

-Pasa –pronuncie, aun pensaba que me faltaban pocas horas para morir, para dejar este mundo y no estoy preparada. En estos momentos desearía convertir en vampiro y vivir por la eternidad, sin embargo eso no ocurre en la vida real solo en los libros. Escuche como entraban al cuarto, abrí los ojos y me encontré con Harry, con un Harry preocupado- hola –lo salude como si nada pasara, como si no estuviera en un hospital y con la misma emoción de la primera vez, seguía sin creerme que ellos estén aquí, esto se me era imposible. “tú haces imposible las cosas más sencillas de la vida” 

-Hola pequeña –saludo el tratando de ocultarme su tristeza, cosa que no sucedió.

-Estoy bien –le asegure antes de que formulara la preguntara- un poco adolorida pero bien.

-Me alegra –dijo, su sequedad me dolió, la sensación cardiaca se quedaba corta a lado del trato seco de Harry Styles. Una idea se formo en mi mente, una de mis muchas ilusiones. Ahora el único problema era pedirlo, no encontraba las palabras adecuadas, solo encontraba razones para no preguntar, le temía al rechazo.

-¿Dónde están los demás? –pregunte cuando me di cuenta que no debía pedir aquello que me moría por decir- me imagino que Niall está en la cafetería –trate de romper la tensión, parecía que no lo conseguiría jamás, la expresión de Harry no decía nada, ¿Qué puedo hacer? 

-Todos están afuera esperando su turno para entrar –la indiferencia de sus palabras fueron dagas al corazón, destruyeron cada esperanza de pedir mi ilusión camino a el corazón, busque sus ojos esperando encontrar la razón de esta repentina distanciación entre él y yo. No conseguí que él me sostuviera la mirada, creo que se había propuesto tratarme de muy mal manera en un momento no adecuado. Ahora un sentimiento de tristeza me arraso.

-¿Qué tienes? –inquirí tratando de no sonar afectada por el sentimiento de tristeza.

-Nada –fue lo único que dijo y no me servia para sentirme mejor, un tono conocido sonó en mi cabeza.

“Pero nena, si me dices que quieres que me quede 

Voy a cambiar mi mente 

Porque yo no quiero saber que estoy caminando lejos 

Si vas a ser mía 

No pienso, no pienso 

Así que, chica, si dices que quieres que me quede a pasar la noche…”

Era todo lo que necesitaba no pensar, he pensado mis acciones antes de hacerlas y de nada me ha servido, planee muchas cosas, pensando en mi futuro, futuro que no existirá, ahora me queda muy poco tiempo, no debía desperdiciarlo en pensar lo que debo hacer, ¿cuál es el mejor momento para hacer algo? ¿Alguien lo sabe?, espere respuesta a mis preguntas no formuladas. 

-¿Harry? –lo llame el no me miro.

-¿sí? –su acentó británico erizo mi piel de nuevo, como una primera.

-Mirame –pedí, me entristezia no poder ver sus ojos verdes, necesitaba fuerzas para lo que diría, el giro apenas el rostro- ustedes prometieron cumplir mis ilusiones ¿recuerdas? –el asintió pero su rostro todavía seguía falto de expresión- acércate por favor –le pedí el dudo por unos segundo pero no desobedeció- ¿estás seguro de que cumplirás mi ilusión? –pregunte temerosa, las palabras me salieron con más seguridad de la que creí tener, la adrenalina recorrió mis venas, encendiendo mis sentidos, ahora tenía la sensación de un primer día de clases, cuando no sabes que te espera sin embargo debes ir.

-¿Qué es? –dijo, Palme un lado de la cama de hospital para que el tomara asiento, así lo hizo.

-Quiero que me beses–dije rápido, sin más rodeos, solo salió, el se paralizo sorprendido.

Ilusiones |o.d|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora