De todo lo que recuerdo de mi sueño es que yo estaba corriendo por la calle y me topo a Viri como solía ser, aparecemos en la luna y como estuviéramos en pleno viaje astral, vimos cuerpos muertos flotando mientras reíamos de ellos.
Fue... extraño. Mi sueño se interrumpe, siento que me tocan, de seguro me he quedado dormido y se me ha pasado el tiempo. Abro lentamente los ojos en caso de que haya luz pero nada, el despertador marca las 4:20am, es de mañana, me levanto apoyándome con mis brazos sin bajar de la cama, examino todo el cuarto con la vista, en la puerta veo parada a Luna, la luz que hay por detrás de ella me cega y no me deja ver bien su aspecto.
–Hola Jorge.–Saluda susurrando.
–¿Qué sucede, te pasa algo?
–No es nada, me gusta observarte.
–Okey, me podrías dejar dormir sin que me tengas que observar.
–No puedo, recuerdas que te dije sobre un pago extra.
–Ajá... puedes entregarlo mañana o cuando terminemos la escolta.
–Este es un pago que debo entregarte ahora.
–Está bien, creo.
Entra cerrando la puerta, lleva un vestido corto con botones para dormir, no me acuerdo como se llaman esas cosas, camina lentamente con actitud nerviosa pero a la vez segura. Llega al extremo frontal de la cama, sin decir nada sube a ella.
–Am, Luna, ¿qué estás haciendo?
–Voy a pagar lo que te ofrecí
–Que bueno pero donde está el pago.
Me observa con sus ojos cristalinos, por un momento se ve tierna. Se sube a ella caminando con las rodillas, pasa mis piernas entre las suyas llegando hasta mi cintura, comencé a ponerme nervioso pues creo que ya se lo que va hacer, se des abotona el vestido abriéndolo hasta la mitad de su abdomen no lleva nada debajo mostrando muchas cosas, se suelta el cabello y como golpe final se termina de sentar sobre mi. Debo tener fuerza de voluntad y no caer, ahora la tengo semidesnuda delante mío y sobre mi cintura (un poco debajo de ella) Comienza a recorrer mi pierna con su mano hasta llegar a mi pecho y con ambas se apoya de el aproximando su cara a la mía, estira las piernas encimando todo su cuerpo sobre el mío, se acerca a mi oído susurrándome.
–Este es mi pago.
Mierdddd... debo tener voluntad... ¡idiota tu voluntad!
Me da un beso en los labios con cierta pasión de su parte, como eso fuera la suyo, sentí su lengua queriendo entrar pero se lo negué, se abre de las piernas rozando lentamente. Bueno hasta aquí.
–¡No!
La empujo tirándola al suelo. Inmediatamente entran los escolta.
–¿Estáis todos bien?
Luna se levanta sonrojada mientras se abrocha los botones de su escote.
–No es nada muchachos.
Me van a matar, es seguro que terminaré violado pero por ellos.
–Fue una araña.– respondo farfullando.
–¿Hay arañas aquí?
–S-sí.
–Él me advirtió de ella y del susto me caí, los botones del vestido están guangos y se desabotonan fácilmente.-Suelta una risita.
–Bueno... supongo que ahora me dedicare a buscar arañas.
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Aspirantes a la grandeza
FantascienzaEl juego no tiene piedad con nadie, todos son malditos a causa de mis errores y son obligados a cumplir mi sentencia: -Vencer al mejor jugador de todos los mundos. -Ser vencido por otro jugador. Esa es la única manera de ganar. Es aquí donde decides...