Padres Primerizos « Ziam »

Capítulo 24

Liam.

El vuelo fue lo bastante agotador como para que al llegar a Londres los gemelos protestaran seguir durmiendo sobre los incómodos asientos del avión, se habían perdido de la vista panorámica que recibieron del principio continente Europeo mientras sobrevolaban en ese momento lugar pero él no los podía culpar ya que estaba muy seguro de que los gemelos no estaban acostumbrados a los viajes tan largos y sumamente agotadores.

Miró al pequeño Daniel que apretaba su pequeña almohada contra su pecho con los ojos un poco cansados por quedarse hasta las dos o tres de la mañana jugando con su teléfono en el asiento, en cambio Kristoff se encontraba un poco más despierto y completamente intrigado por su reciente llegada Londres. Su pequeño Daniel iba de la mano de Zayn, hasta ese momento pensó de nuevo en Zayn. No habían entablado una conversación del todo, solo de acercó para darle un beso antes él quedarse dormido con Daniel y y Kristoff a sus lados... Y Liam completamente apartado. La segunda y tercera vez que le habló fue cuando se despertó y en cuanto estaban bajando del avión y adentrándose en el gigante aeropuerto, sólo fue para preguntar sí reservó él departamento, sólo me limité a asentir y también para preguntarle sí sus padres sabían que estaban de regreso en Londres año que contesté que no.

Su hermano Lowell estaba completamente sumergido en su teléfono móvil, como siempre, escribía una y otra vez por él aparato y ya en mí no podía quedar alguna tipo de molestia al respecto, me estaba acostumbrando a que siempre se encontraba escribiendo textos, hablando por llamadas o notas de voz, tomando snaps de él en diferentes lugares o grabando pequeños vídeos para enviárselos al chico ese que habían dejado en casa.

Notó como los gemelos estaban un poco asombrados por encontrarse en un aeropuerto tan grande, estaba más que claro nos encontrábamos en ese instante en el aeropuerto nacional de Reino Unido, de allí salían vuelos a diario a todos los países del mundo. Era de impresionar a cualquiera.

Dejamos nuestras maletas en el pequeño departamento que había conseguido Harry y había reservado por la web, agradecía que se había tomado la molestia de conseguir uno a tan solo quince minutos de la clínica donde nos teníamos que dirigir con Kristoff para iniciar los diferentes procedimientos por los cuales debía pasar nuestro pequeño. De familiarizarnos con las avenidas donde nos hospedaríamos los niños, Zayn y yo tomamos   un espacio para poder adentrarnos en una cafetería típicas de Londres donde podías pedir un simple latte y conseguir algunos panecillos recién hechos. Los pequeños de encontraban bastante animados por encontrarse al otro lado del mundo disfrutando unos mokkas con crema y chocolate, Zayn estaba sentado a un lado de mí, conversando con Lowell acerca de ese chico que trae un poco atontado a mi hermano y yo solo estaba pendiente de ayudar a enfriar un poco los cafés que bebían los gemelos.

— Dan, Kris... ¿Que dicen sobre tomarnos una foto en la barra?— Preguntó Lowell con cierto tono de complicidad, los pequeños se animaron y se fueron tras él a tomarse fotos en la cafetería. Miré mi café humeante y los tibios panecillos de lavanda y procedí a tomar la mitad del panecillo y mojarla con un poco de café para comerla de un solo bocado; sentí la mirada de mi Zayn sobre mí y entonces conecte con él visualmente. Tan hermoso como siempre, luciendo esa bonita ropa color azul, aquí todos estábamos más abrigados, con un suéter bajo una chaqueta impermeable, los pequeños con un gorro de lana y guantes que hacían juego, al igual que Lowell.

— Aunque ya tengas barba y luzcas acorde a tu edad sigues pareciendo un niño, mirate... — Mencionó Zayn usando su voz un poco grave por él frío clima de la ciudad, levantó su mano y limpió cerca de la comisura de mis labios viajeco de café que había quedado en la comisura de mis labios, él desbordaba una sonrisa pícara y en ese momento yo también tenia una sonrisa.— ¿Continuarás con esa cara larga o no?— Soltó él mirando a su espumeante taza de café y dibujando sobre la mesa imaginariamente algo con la punta de su dedo índice, él hacia eso cada vez que estaba nervioso por algo.