Padres Primerizos « Ziam »

Capítulo 11

Liam.

Un buen domingo, el sol se colaba por nuestras ventanas… Tocaba el rostro de Zayn, él era todo para mí. Los vellos de su barba afeitada el día anterior empezaban a crecer, como pequeños puntos. Su respirar lento y pasivo; en mi mente crecía una pregunta ¿Qué hubiese pasado si tantas cosas? Si no le hubiese propuesto esa noche bajo la lluvia y lágrimas que nos fuéramos muy lejos. Me enamore de todo su ser, el guerrero que esta por fuera y la doncella que estaba adentro. Sus sentimientos, eran muy honorable y los míos muy nobles.

Su mano reposaba en mi pecho, y su pierna doblada descansaba sobre las mías y con mis dedos dibujaba círculos en su cabeza.

-      - ¿Nunca puedes despertarme?- Dijo y sus largas pestañas se despegaron. Mostrándome esas estrellas color avellana.-

-    -   Me gusta cómo te vez dormido, bebe.- Pase mi mano izquierda por su rostro, y el entre cerro los ojos al tacto.-

-      - Pues a mí también me gusta verte por las mañanas…- Susurro para mí, sonreí y lo apegue un poco más a mí.

-       -Te amo Zayn…- Deje un beso casto en su frente cerrando los ojos. Paso su mano por mi peco para decirme.

-       -Liam…- Abrió la boca pronunciando mi nombre; rápidamente se levantó y se sentó sobre mí- Hagámoslo… Aquí y ahora.-

-       -Pero… ¿Los gemelos…? ¿Daniel y Kristoff, recuerdas?- Le pregunte, miro arriba dudando un poco.- No quiero que nos vean en pleno acto.- Sonrió un poco, se levantó y salió por la puerta. Lo seguí hasta el cuarto de los gemelos, Zayn asomo su cabeza y salió triunfante. Cerró la puerta y me miro.

-       -Están completamente dormidos.- Hablo susurrando- Podemos continuar…-

Tomando su cintura lo traje a mis labios, besándonos enrosco sus manos alrededor de mi cuello. Contra la pared, la espalda de Zy daba a ella y su pecho contra el mío. Con la mano que tenía libre levante su pierna para que se acercara a mi cintura.

A zancadas lleve a Zayn a nuestra habitación, abrí la puerta con ayuda de su espalda. Zayn no pesaba más de unos setenta kilos y eso me facilitaba su transporte. Lo deje sobre la cama, finalizando el beso… Cerré con seguro la puerta, evitándome alguna mala sorpresa. Zayn con los ojos cerrados, comenzaba a quitarse la ropa y soltarla a las afuera de nuestra cama. De rodillas en la cama y sin ya pantalones sacaba mi camiseta, pase mi mano sobre las piernas de Zy y halando su cuerpo deje que mis dedos apretaran sus nalgas sobre los bóxer grises que tenía puestos. Ya estaba empalado, mi ropa interior comenzaba a estorbar… Agilice mis dos manos para empezar a bajar el bóxer de Zayn.

-       -Háblame sucio, Liam…- Pronuncio mirándome directamente a los ojos, con los bóxer apenas bajando por sus rodillas; con sus palabras recordé la primera vez que pensamos en esto de hablarnos sucio. Recordé que no estaba de acuerdo con esto.

-     -  No…- Respondí.- Eres mi esposo Zayn, no mereces de mí que te hable así…- Levante un poco su retaguardia y lo puse en cuatro patas. Mire sus nalgas, y de la manera más sátira pase mi lengua por ellas. Escuche como Zy ahogaba un gemido. Sentí cuando con su piernas se echaba hacia atrás, hacia mí. Con rudeza tome mi polla, la hale un hacia adelante y atrás… Con mi propia saliva embardune mis dedos y puse la saliva en su entrada.

-       -Déjate de rodeos…- Dijo Zayn. Sentí su cuerpo ya caliente. Puse mi polla erecta, vi la vena que se dibujaba sobre ella… Rebuzne al igual que Zayn penetrando a Zayn de un solo golpe me quede quieto para que no le doliera tanto.-

-       -Te Amo Zayn.- Salí y volví a entrar, repitiendo varias veces esto solo para oír sus gemidos por lo bajo. Zayn se agarraba de las sabanas fuertemente, saque mi pene palpitando por que pronto me iba a correr. Lo acosté sobre la cama y sus piernas las subí ahora si note que estaba masturbándose golpeando arriba con su prepucio y abajo pegándole a sus pelotas. En esa posición si pude penetrarlo hasta el fondo, sentí como la punta de mi pene tocaba todo su interior. Y mis pelotas se contrajeron corriéndome dentro de Zayn. Con mi mano lo ayude a masturbarse, hasta que se corrió en mi cara.