Capitulo 22: Pasos pequeños

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Dos meses después.

POV CRISTIAN

Tiempo. Una palabra con 6 letras que puede significar tanto para unos y muy poco para otros. Las cosas han cambiado, algunas para mal y la mayoría para el bien. Tanto que hemos tenido que vivir y tanto aun que nos queda.

Si bien las cosas ese día terminaron mal, al día siguiente fue peor. Ana estaba destrozada con la noticia de la muerte de sus padres y se puso peor cuando Javier fue a Londres. Mi madre la tuvo que sedar para que se tranquilizara. Decía que Javier la había traicionado y que nunca lo iba a perdonar. Se pasó toda la mañana caminando entre la cocina, la sala y la entrada de la casa.

Sus nervios se fueron al piso cuando se cumplió la hora de aterrizaje y Javier no llamaba. Le pedía a Tobías que lo llamara y al no contestar tuvo un ataque de nervios. Sus manos temblaban y no podía dejar de llorar. Así que hice que se tomara un poco de jugo donde iba una pastilla molida. Al final de unos minutos se quedó dormida en el sofá y la lleve a su habitación.

Javier se comunicó horas después disculpándose por no haberlo hecho antes pero quería dejar todo listo para volver. Cosa que no se pudo. Había muchas cosas que hacer y en una sola tarde no era suficiente. Al final fueron 4 larguísimos días donde Ana no dejaba de estar nerviosa y paranoica.

Por más que lo intentáramos, ni Tobías ni yo la podíamos controlar. Mi madre al final opto por darle una licencia médica por estrés para que no saliera de la casa y la pudiera manejar.

Lo peor fue que en la noche volvieron las pesadillas. Javier llamo a Grace y le pidió que se quedara en la casa con ella, que nos trajera con ella para que no la dejáramos sola. Más o menos como a las 3 de la mañana comenzaban las pesadillas. Los gritos, los sollozos, eran pan de cada noche.

Tobías no quería que llegara la noche. Me contó que cuando sucedió lo de sus padres. Ana tenia esas pesadillas que lo dejaban con el corazón herido y con la impotencia de no poder evitar que las tuviera. Cuando la escuchaba gritar se tapaba la cabeza con la almohada pero al final salía de la cama, la acompañaba y la acunaba en sus brazos, cosa que ahora lo hacía yo.

Verla llorar de esa manera me dejaba sin aliento y sin fuerzas. Pero no podía flaquear. Ella me necesitaba fuerte, ya que después de todo fui el agente gatillador de este desastre.

Cuando Javier volvió, Ana ni siquiera le dijo hola. Fue tan fría como un tempano de hielo que nos sorprendió a todos, ya que pensamos que sería todo lo contrario por como sufría por él. Eso duro casi un mes. Se veían en el desayuno pero ella no decía nada. Si necesitaba algo le decía a Tobías y él era el encargado de divulgarlo.

Al final tuvieron una seria conversación en el despacho a puertas cerradas

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Al final tuvieron una seria conversación en el despacho a puertas cerradas. Nadie sabe lo que se dijeron, ya que estuvieron casi dos horas en el despacho y nadie intento meterse. Al final ambos salieron con los ojos rojos pero sonriendo. Así que sentimos mucha tranquilidad al ver que las cosas habían vuelto a ser como antes. Aunque fueran solo ellos.

Lazos de amor: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora