Capítulo 31

1.1K 52 23
                                    

Silvia apenas lo vio salir de la casa corrió a alcanzarlo rápidamente. 

–Espera mi amor –se sujetó de la pared pues estaba algo agotada por el corto tramo que había atravesado. 

–¿Estás bien?, no corras Silvia le hace mal a nuestro bebé –dijo preocupado tocando levemente el vientre de Silvia. 

–¿Me dejas explicarte? –se acerca a su rostro.

–¿Por qué estas cenando con él en tu casa los dos solos?

–Vamos dentro y te digo todo.

–Ahí sigue tu amiguito ¿no? –su tono fue irónico. 

–¿Sabes qué? Si no me quieres escuchar está bien vete y piensa lo que quieras buenas noches –se gira hacia la entrada de la casa sin esperar que respondiera. 

Pero se encontró con Gustavo que parecía que ya se retiraba.

–Bueno yo me retiro a descansar Silvia gracias estuvo muy delicioso todo, la cena, el postre me encantó, nos vemos el lunes adiós –besa su mejilla y Silvia lo mira molesta –Adiós hermano –le extiende su mano pero Jorge la rechaza.

–Por última vez, ¿quieres pasar? –Silvia lo mira fijamente y seria. 

–Sí pero solo porque hace frio aquí afuera –dijo sin mirarla, ella contuvo la risa pues él estaba actuando muy infantil e inmaduramente y eso le encantaba. Entraron a la casa y él se sentó en el sofá, ella apagó las velas y recogió todo de la mesa. Sirvió un poco de café en dos tazas y se acercó a él quien fingía estar hablando con alguien en su celular.

–Aquí tienes –le da la taza.

–Hablaré yo primero –ella lo miraba fijamente –me mata de celos verte a lado de alguien más y más de él que se ve que le gustas y aprovechando que yo no estoy aquí, intenta acercarse más a ti, ¿no?

–Sí, pero yo le he dejado en claro que yo te amo a ti y aparte lo que viste la mesa y eso, fue porque cuando me marcaste y me dijiste que vendrías preparé todo eso para ti, cociné tu comida favorita y compré ese vino que tanto te gusta, pero luego me marcaste para decirme que no vendrías y Andy y yo comimos aquí y de pronto llego él y se sentó ahí y ya no me dio tiempo de quitar nada fue por eso Jorge.

–No quiero que nadie se te acerque ni que te mire ni nada Silvia, ni a ti, ni a mi princesa, tu eres mi mujer y no lo voy a permitir, aparte seremos papás mi amor ya no hay necesidad de pelear –toca su vientre.

–¿Y qué? ¿Me vas a tapar todo el tiempo para que nadie me vea?

–No me lo tomes a mal, sólo te digo que te voy a cuidar más y que no me enojaré por cualquier cosa porque luego aprovechan eso y se acercan a ti.

–Debes controlarte porque ya nunca me voy a separar de ti mi amor y nunca te seré infiel, aún así ponte en mi lugar yo también me sentía así pues Danna te tenía más tiempo para ella allá en Monterrey.

–Nunca pasó ni pasará nada.

–Lo mismo te digo.

–Me... ¿me perdonas?

–¿Confiarás en mí?

–Hasta con los ojos cerrados guapa.

–Entonces sí.

–Gracias.

Silvia se fue acercando más y aspiró su delicioso aroma, dejó un beso en su cuello y se acercó a sus labios besándolos lentamente. Jorge la tomó por los hombros y los fue acariciando por encima de su ropa. Silvia acarició su cabello y se sentó sobre las piernas quedando a horcajadas mientras le abría la camisa rápidamente. Jorge comenzó a bajar sus tirantes dejando besos por todo su pecho. 

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora