Capítulo 48

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No podía ser verdad, ¿Cómo es posible que la vida sea así de injusta con él? Si tan solo hace unos días la había sentido moverse dentro del vientre de su mami, todas sus ilusiones, todos sus sueños, la idea de ser padre por primera vez, ¿todo esto se estaba acabando? Y todo por un imbécil que no se dio cuenta que acabo con la vida de su pequeña, con la suya.

—Y el golpe que recibió fue justo en la parte baja del vientre, como si la persona que cometió el atraco lo hiciera justo a propósito y tenía su objetivo muy claro —dijo la doctora Fernández quien se acercó a Jorge.

—¿Silvia ya lo sabe? —sus lágrimas seguían cayendo.

—Aún esta sedada, la operamos de urgencia cuando llegó tenía una hemorragia que no dejaba de sangrar y una herida en su cabeza, logramos estabilizarla y varios de sus familiares le donaron la sangre que se necesitaba, ahora ella está descansando quizá despertará en unas horas.

—Doctora, pero ¿se lo pueden decir cuando despierte o hay que esperar? —dijo Danna.

—Ella misma se dará cuenta, pero es mejor que se lo digan con calma, no queremos que se ponga mal.

Jorge se alejó y se sentó en el sofá, recargando su cabeza en el hombro de su madre quien había llegado y escuchado todo. No podía con tanto dolor, ¿Cómo se lo iba a decir a su prometida?, ¿Cómo le iba a decir que esa bebé a quien tanto amaban, a quien tantas noches le hablaba con tanto amor, simplemente ya no estaba con ellos? 

Dios ayúdame —piensa afligido.

—Desahógate hijo aquí esta mamá —su mamá lo abrazó con mucha fuerza.

Por otro lado en la cafetería se encontraban los papás de Silvia, Andrea y Arturo quien no la dejó de abrazar desde que se enteraron de la mala noticia.

—A ver en estos momentos no nos podemos quebrar debemos ser fuertes para ayudar a Silvia, mi amor ven —Andy se acercó a él — ¿vas a ayudarme con eso verdad? —ella asintió —Arturo mejor llévala a casa ya es tarde ya es más de media noche y necesitan descansar, les avisaremos cualquier cosa.

—No papá, quiero estar aquí con mi hermana cuando despierte —Andrea tenía sus ojos llenos de lágrimas. 

—Silvia no despertará ahora mi amor, ella descansara toda la noche, mejor vete y sirve de que mañana ya vienes más descansada y así nos ayudas a todos ¿sí?

—Está bien, me avisas cualquier cosa —se despidió de ella con un beso en la mejilla-

—Cuídala —dijo don Luis.

—Siempre —toma a Andy por los hombros. —nos despide de Jorge por favor, hasta mañana —golpeo su hombro y se fue detrás de Andy. Subieron al coche y se dirigieron a casa de Flor, pues le dejaron a León, se quedaron un rato ahí contándole todo a la amiga de su hermana, y se comprometió a ir por la mañana para estar con ellos y apoyarlos en lo que se pudiera.

(...)

—Fíjate, si no le hubieras "avisado" que venía el coche quizá el mocoso se hubiera salvado pero como no lo hiciste, nos facilitaste el trabajo, ¿te das cuenta? Quisiste hacer una cosa bien, y no fue así, y como dice el dicho ¿no?, no hagas cosas buenas que parezcan malas, Ely —agita su copa de vino.

—Eres un cínica, no tienes corazón maldita inhumana —Rebeca se levantó del sofá.

—Ya paso supéralo, y ahora toma tu dinero y lárgate de mi casa —truena sus dedos —y que no se te olvide —la sujeta del brazo —tú estás implicada en esto tanto o más que yo —la suelta — Elizabeth tomó el dinero, su bolso y salió con rapidez del departamento. Caían lágrimas de enojo y desesperación de su rostro.

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora