Capítulo 66

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Casa de los hermanos García 

7:45 P.M.

—Y luego pues me dio el dinero y lo doné, y ya me cambie de departamento hasta que me harté, renuncié y me cambié de empresa.

Danna le hizo una seña de que ya había terminado, tenía una grabadora de voz que había capturado todo lo que Elizabeth acababa de decir, ahora ya estaba enterada de todo, así Danna haría más fácil su caso, y le reducirían la condena si ella declaraba lo más rápido posible.

—Tranquila, todo va a estar bien —le dijo Danna y Gustavo se acercó a abrazar a Elizabeth.

—No importa que vaya a prisión, solo ayúdame a no quedar en una donde este ella, no pasaría ni la primera noche ahí.

—No te preocupes, nosotros te vamos a ayudar en todo, ¿recuerdas que te dije que no te iba a dejar sola? Lo voy a cumplir.

—¿Vas a querer seguir con una delincuente? —una lágrima corrió por su rostro y bajó la mirada.

—Todos hacemos cosas y después nos arrepentimos, hay personas que no lo hacen pero tienen la conciencia sucia y son malos, tú estás aceptando el error y piensas cumplir con las consecuencias, y a mí es lo único que me importa, y si estoy contigo es porque me gustas, porque en este tiempo que hemos estado juntos, me ha encantado y ahora ya puedo decirlo, aunque sea algo pronto, te...te a...-él estaba tartamudeando.

—Dile, idiota —su hermana golpeó su cabeza y después se fue rápido a la cocina.

—Te amo.

Ella no respondió solo se lanzó a sus brazos y él le correspondió, le acariciaba su cabello y la pegó más a él.

—Gracias, gracias por llegar a mi vida a salvarme, gracias por...bueno por todo.

—Yo haría todo por ti, mi princesa —Elizabeth sonrió.

Estaban por juntar sus labios, cuando el celular de ella sonó.

—¿Diga?

—¿Ely?

—Sí, ¿Qué pasa?

—Soy Freddy, ayúdame Rebeca se volvió loca me pidió que viniera a su departamento pero lo cerró con seguro y ahora no puedo salir, me quiere hacer daño, no sé bien que es lo que quiere hacer pero ayúdame Ely por favor...él sonaba desesperado.

—Freddy, tranquilo voy para allá, ¿quieres que llame a la policía?

—NO, NO llames a nadie, ven rápido...—él colgó la llamada.

—¿Quién era? —preguntó Gustavo.

—Alfredo, Rebeca lo tiene atrapado en su departamento le quiere hacer algo, pero no me dijo qué, tengo que ir.

—Voy contigo.

—No, yo haré esto sola, aparte dice que ella salió así que tengo tiempo para ayudarlo.

—Está bien pero si no regresas en una hora iré por ti, ¿entendido?

—Sí, adiós. Ella salió lo más rápido posible y entró a su coche, condujo hasta el departamento de Rebeca y subió por el ascensor. Ubicó rápido el número y tocó la puerta. Nadie abrió. Una vez más. Freddy habló.

—Por aquí, ayúdame Ely —gritó y ella fue rápidamente.

—¿Freddy? ¿Estás aquí? —Las luces se apagaron.

—¡Vaya! Sí que eres imbécil —una voz conocida la hizo girarse mientras las luces se encendieron.

—Rebeca, suelta a Freddy.

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora