Capítulo 65

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Primero que nada tengo que decirles que el pasado 24 de Abril se cumplió un año ya con esta historia e  iba a subir un capítulo pero con la escuela y el trabajo no pude :( en fin muchas gracias por leer♥, ahora sí me retiro con permiso pueden seguir leyendo.



—¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?! —gritó furioso.

—Cálmate, deja que te explique todo.

—NO, maldita sea...debo ir a...

—A ver cálmate, no vas a hacer nada.

Tomó a Gustavo de su camisa y lo pegó a la pared sujetándolo del cuello de su camisa.

—¿CÓMO MIERDA QUIERES QUE ME TRANQUILICE? Vienes a decirme que esa maldita me quitó a mi bebé, y todo por su maldito adicción conmigo, me hubiera hecho algo a mí, pero por qué desquitarse con un bebé, ni siquiera lo pude tener en mis brazos, ni siquiera...—Jorge soltó a Gustavo y cayó de rodillas, él seguía llorando. Gustavo se arrodilló junto a él, y puso su mano sobre su hombro.

—Yo sé, que esto es muy difícil lo siento mucho, pero de nada sirve que te pongas así, porque necesitamos que ella no sospeche nada para poder atraparla y meterla presa, también ella ha estado sacando dinero junto con Alfredo, pero necesito que nadie sepa de esto, mira, Elizabeth va a declarar en contra de Rebeca y esto va a acabar de una vez, yo necesito que no hagas nada, no quiero que te ensucies las manos, porque hay dos personas que te quieren ver bien, con vida, libre —Gustavo lo miró y puso su mano sobre su hombro derecho.

—Dime que hay que hacer-él limpió sus lágrimas y se levantó.

(...)

8:45 A.M.

Frente a su computadora blanca y a un lado una taza de café frío para controlar los nervios que le estaban causando, pues en unas horas la junta daría comienzo, Silvia redactaba correos para los inversionistas, y en otro documento preparaba la presentación para esta tarde. Todo estaba por quedar listo. Alguien tocó en su oficina.

—Adelante —gritó ella.

—Hola, ¿ocupada? —dijo él.

—Sabes que para ti nunca, ¿Cómo estás? Aparte de guapo —le preguntó ella mientras se levantaba para ir a abrazarlo. Y es que era cierto, él estaba usando una camisa celeste con un suéter gris encima, un pantalón negro, con un cinturón del mismo color, zapatos cafés y su cabello peinado hacía arriba, se veía tan hermoso y más que ese suéter pegado a su cuerpo marcaba sus brazos bien trabajados.

—Mientras tú estés bien, yo lo voy a estar, pero que dices, si la única que esta hermosa aquí eres tú, estas bellísima mi amor —le susurró al oído y dejó un beso en su cuello. Silvia estaba usando un vestido blanco con un lazo en color vino alrededor de su cintura y zapatos de tacón del mismo color, su cabello estaba lacio y sus labios igual en color vino que combinaban perfecto con esos hermosos ojos verdes que brillaban cada vez que veía a este hombre que tenía frente a ella, que ahora ya estaba besando otras parte que no era su cuello.

—Mírame, siempre me sonrojas Jorge —ella cruzó sus brazos por encima de su cuello.

—Sé que estás nerviosa por la junta, pero ya debes de saber que todo saldrá bien, como todo lo que tú haces —él besó su frente.

—Gracias corazón —Silvia se acercó a besarlo y él le correspondió.

Hasta que alguien entró, así es, era "Rebeca sin educación Sandoval".

—Nunca aprendieron que en horas de trabajo no deben mostrar su afecto, ¿correcto? —ella soltó una sonrisa.

Al instante de escuchar esa voz, ambos voltearon a la dirección donde ella estaba, Silvia la miró y Jorge recordó lo que había hablado con Gustavo el día anterior, odiaba no poder decir nada, odiaba no poder hablarlo con su mujer, odiaba que aquella tipa estaba a solo metros de él y que no podía hacer nada.

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora