Capítulo 46

735 40 11
                                    

Él se alejaba como si nada pasara, como si nada de lo que habían vivido juntos le importara, y a ella la dejaba totalmente destruida.

El sonido de alguien sollozar lo hizo despertar.

Se giró pero no vio a nadie a su lado.

¿Dónde estaba Silvia? Se levantó de la cama y siguió avanzando. La encontró. Estaba sentada con sus manos sobre sus muslos, al parecer estaba llorando. Se acercó a ella y la abrazo.

—Amor, ¿qué pasa? ¿Estás bien? —él se preocupó al verla tan mal. 

—Jorge, tuve un sueño horrible, una pesadilla qu...—a ella se le quebró la voz y lo abrazó con mucha fuerza como estaban en la sala, en el enorme sofá color chocolate, él la recargo en su pecho y sus piernas se estiraron sobre las de él.

—¿Me quieres contar?-sus ojitos verdes por fin lo miraron, sus lágrimas caían aun.

—Soñé que te ibas de mi lado, así sin darme explicaciones, eras frío, y me mirabas con indiferencia, con odio y que todo lo que sentías por mí, ya no tendría retorno.

—A ver, escúchame, mírame —ella lo miró —te lo he dicho muchas veces, yo nunca te voy a dejar, ni de amar, ni de nada, siempre me vas a tener contigo todo el tiempo, toda la vida, y te juro que le ruego a Dios que permita estar contigo para siempre, que cuando sea el momento de irnos, nos lleve juntos y que me permita amarte cada día más y más, junto con nuestra familia, esta familia que estamos formando juntos guapa, y eso nunca, nunca ¿ya dije nunca? —ella sonrió —nunca va a cambiar te lo juro, mi hermosa —besa su mejilla.

—¿Me lo prometes? —ella seguía sollozando-.

—Sí amor, eso no está en duda, te amo nunca lo olvides.

Ella se acercó a besarlo y él le limpió el resto de las lágrimas que bajaban por sus mejillas, la acostó en la cama y la siguió besando con suavidad pero con mucho amor. Él se acomodó entre sus piernas mientras acariciaba su vientre, ella lo tomó de la nuca para profundizar el beso.

Una vez más se entregaron al amor, fundiéndose en un solo cuerpo, una sola alma, en un "nosotros" para siempre.

(...)

—¿Ya hablaste con ella?

—Ya, ya todo está listo para cuando tú me digas

—Perfecto, hoy mismo empezamos-ambos sonríen con maldad-

CASA DE SILVIA 2: 35 PM

—¿Cómo les fue? Traen un brillito especial los dos, de seguro ni se aburrieron verdad, espero no hayan incomodado a mi sobrina —dijo Andy.

—Con este hombre tan maravilloso nunca me podría aburrir de nada —él le beso la mejilla.

—¿Y ustedes qué hicieron? Porque no creo que hayan dormido tú en la sala y tú en la recamara Andy —todos rieron.

—Pues no te equivocas —Arturo se acercó a Andy y la sujeto de la cintura.

—Y León, ¿Cómo se portó?

—Bien, ya sabes que es un angelito, pero bueno ya que están aquí, ¿por qué no vamos al cine y a dar una vuelta por ahí?

—No sé amor, ¿quieres ir?-le preguntó Jorge a Silvia-

—Sí mi amor, vamos solo voy por mi bebé y ya nos vamos, ¿sí?

—Claro pero yo voy contigo.

Ellos fueron por el bebé hasta su recamara, lo bañaron y después ella tomo una ducha rápida. Bajaron juntos tomados de la mano, mientras Jorge cargaba a León, el pequeño reía y balbuceaba cada vez que él le preguntaba cosas.

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora