Capítulo 13

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Al volver a casa, Gerardo estaba preparando la comida apenas la vio de inmediato corrió hacía ella y la ayudó con las cosas que cargaba. La abrazó y trató de besarla pero lo rechazó.

–Debo hablar contigo Gerardo.

–Si amor, ¿Qué pasa? ¿por qué ya no me quieres? –le preguntó agachando la mirada. 

–Mira si te quiero eres la persona que me ayudo a realizar todos mis sueños al apoyarme en todo desde que éramos novios –él sonrió tímidamente– me comprendiste cuando te dije que yo no me quería casar, aunque yo sé que tu si querías, pero bueno lo que te quiero decir es que –respiró tratando de tomar aire. 

–Ya dime Silvia por favor.

–Desde que nació mi bebé sabes que ese es el mejor regalo que me pudiste haber dado –toma sus manos– pero todo cambio quizás fue tanto trabajo por parte de los dos nos alejamos mucho Ger y bueno te diré la verdad, desde entonces no te amo –él soltó sus manos.

–¿Por qué no me lo habías dicho? –se alteró y se levantó del sofá. 

–Pues porque soy una cobarde y no sabes cuánto lo siento en verdad.

–¿Hay alguien más?

–Sí –susurra.

Gerardo se sentó en el sofá y comenzó a llorar, tapando su rostro con ambas manos. Ella se sentó a su lado.

–Perdóname por no decírtelo antes soy una estúpida y todo lo que tú quieras, pero en verdad muchas gracias por todo por darme el mejor regalo, tú eres una excelente persona y te juro que vas a encontrar a una persona que te sepa valorar como el hermoso ser humano que eres.

–¿Desde cuándo estas con él? Ya no me mientas.

–Tres meses –respondió incómodamente sin mirarlo. 

–Por eso tus rechazos, tus llegadas tarde, ahora entiendo todo.

–Eso pasó desde que tú –se corrige – desde mucho antes que estuviera con él.

–Admito que si fue mi error por no saber cuidarte Silvia perdón –caen sus lágrimas. 

–Perdóname tu a mí y bueno entiendo que ahora quieras estar sólo, me voy, conseguiré un departamento y después una casa y pues veras a nuestro bebé las veces que te plazca.

–No te vayas, mejor hazlo mañana yo no me pienso quedar aquí esta noche de todos modos. 

–Gracias –se acerca a él –Espero que me puedas perdonar.

Gerardo subió rápido hasta la habitación de León, se despidió de su pequeño dándole un beso en su cabecita, salió de la habitación y se fue a la suya, sacó algo de ropa y la metió a una pequeña maleta, dio un último vistazo a la foto que tenía con Silvia, se observaba en la imagen ella recién aliviada y con León recargado en su pecho mientras él los abrazaba.

–¿Por qué me hiciste esto Silvia? no supe ser lo suficiente hombre para ti –sus ojos no dejaban de soltar lágrimas pero ya no había nada que hacer. 

Andrea llegó a casa y vio que Silva estaba sentada en el sofá con el rostro cubierto por sus manos y con la camisa mojada de tantas lágrimas que había derramado. Su hermana de arrodilló y se acercó a ella. 

– ¿Qué pasó Silvia?

–Le dije todo a Gerardo ya sabe la verdad.

–Ven acá –la abraza –fue lo mejor ¿sabías?

–Sí y aunque me dolió decirle esto a Gerardo y me siento terrible, te imaginas ¿Cómo será cuando Jorge se entere?

–¿Cuándo piensas decirle?

No es correcto, pero te amo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora