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Tetsuna

Sollocé, mientras me recargaba en la puerta del baño.

Tenía tanto asco. Tantas ganas de llorar y gritar a los cuatro vientos que estaba harta.

-Hija, ven a comer aunque sea un sándwich.

Cerré lo ojos y me tragué el nudo en mi garganta.

-Voy enseguida, mamá -respondí en tono amable.

Contuve la respiración hasta que sus pasos se perdieron en el pasillo.

Contra mi pecho sostenía a un triste oso de felpa que Kise me había regalado por mi cumpleaños. Quería llamarlo, o a cualquiera del equipo en realidad. Ellos eran mis amigos, ellos me querían.

"Sólo vas a las lastimarlos".

Mordí mi labio. Era verdad. Si les decía, si pedía ayuda, lo único que iba conseguir iba a ser herirlos, decepcionarlos.

Respiré hondo. Me estaban esperando para la cena. Lavé mi cara y me miré en el espejo. Era muy bonita ¿Verdad? Mis ojos se anegaron en lágrimas. Sumergí la cabeza en el agua y al salir, tomé otra bocanada de aire. De nuevo me mire en el espejo, borrando lentamente con mis dedos todas las pruebas de llanto que quedarán sueltas sobre la pálida piel. Al final, mi rostro de veía igual que siempre.

 
Salí y sonreí. Llevaba puesta esa sonrisa que desaparecía junto a mi presencia.

Una Muñeca Entre Los Milagros || Kuroko No Básquet FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora