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Tetsuna


Si Midorima me hubiese dicho que esto era una cita, no habría venido.

Haberlo visto, tan grandote y tan miedoso. Me citó en el parque de diversiones donde nos habíamos encontrado la vez pasada, sin mencionarme que estaba ahí como acompañante.

-Ne, ne, Su-chan ¿Vamos por un algodón de azúcar?

Kazumi se había ido muy bonita ese día. Llevaba un vestido rojo de lunares blancos y una cinta peinando su cabello. Si la veías a ella, entonces tenía sentido que Midorima de encontrara tan sonrojado.

- Ve tú, Kazumi- dije tranquilamente-, nosotros te esperamos aquí.

Mi amiga asintió y salió corriendo hacia el puesto de algodones de azúcar.

-No pudiste ser más patético -dije en cuanto Kazumi se perdió de vista.

Midorima agachó la mirada.

-Es que ella de verdad me pone nervioso -musitó.

-¿Qué eso no es bueno? Significa que te has enamorado de verdad.

Las mejillas de mi compañero de equipo eran un poema. Ahí no sus lentes de modo que pudiera cubrir su rostro y suspiró.

-Siento los inconvenientes, Kuroko.

Lo miré fijamente para después suspirar de igual manera.

-No hay cuidado, para eso estamos los amigos ¿no? -dije.

-¡Shin-shan! ¡Mira lo que te compré! ¡Es tu ítem de la suerte de hoy!

Kazumi llegó con nosotros y seguimos paseando por el parque. Gracias a Dios yo tenía la excusa del resfriado para negarme a subir a los juegos que daban demasiadas volteretas. No obstante, Midorima tenía que subir a todas las atracciones que a Kazumi se le antojaba probar.

-Supongo que estar enamorado nunca sale barato -suspiré desde una banca frente a la montaña rusa.

-¡SOCORRO!

-¡YAAAAAY!

Jamás había  escuchado a nadie definir tan bien la palabra amor.

Una Muñeca Entre Los Milagros || Kuroko No Básquet FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora