17 AÑOS ATRÁS…
Julieta fue abriendo los ojos muy de a poquito. Llevaba casi una semana en la clínica de Filadelfia y su padre adoptivo no la había abandonado ni un segundo.
EUGENIO: ¡Vamos, corazón! Abre tus ojitos… (Le tomó la mano con mucha ternura) Has un esfuerzo, Julieta, anda…
Como si intentara responder a los ruegos de Eugenio, la muchachita abrió los ojos de para en par y el hombre a su lado quedó hipnotizado por la transparencia de esos ojos verdes.
JULIETA: (Débilmente) ¿Papi, eres tú?
EUGENIO: Julieta, tranquila. Estás en un hospital. Trata de mantener los ojos abiertos.
JULIETA: ¿Dónde está mi mamá?
EUGENIO: Hija, tranquila, por favor. Intenta despertar del todo…
En Mérida, Yucatán, tras varios días de estar instalándose en la nueva casa, Nicolás y María, tenían una conversación.
MARÍA: Pues a lo hecho, pecho, viejo.
NICOLÁS: Si, vieja, ya lo se, por eso quiero ir a ver al señor Ceballos.
MARÍA: Menos mal que te cruzaste con ese doctor. Diosito te lo puso en el camino para que pudiéramos salvar a las niñas.
NICOLÁS: Ya se, ese hombre es una bendición.
MARÍA: El lunes voy a empezar a buscarle una escuela a Lizzy y así puedo trabajar contigo, ¿no?
NICOLÁS: Yo te diría que esperemos un poco. Mira, la casa es nuestra y no hay que pagar renta. Esperemos a que la niña deje de tener esas pesadillas y ataques y ahí vemos dónde la mandamos a estudiar.
MARÍA: Tan hermosa que es y qué triste lo que le sucedió.
NICOLÁS: Si, vieja, ni hablar, pero le vamos a dar una buena vida.
MARÍA: Por supuesto, en honor a esa buena gente que siempre nos ayudó.
NICOLÁS: Y un día ella y Julieta, van a hacer justicia y esos bastardos, van a pagar por todo lo que han hecho.
MARÍA: Dios es grande, mi amor y ya verás que les va a tocar.
NICOLÁS: (Se le caen las lágrimas) ¡Qué rabia siento, María!
MARÍA: (También llora) Yo se, Nico, pero las niñas harán que la justicia les caiga como guillotina…
NICOLÁS: Y vamos a estar ahí para verlo, mi amor…
Ignacio y Estella, discutían con Esteban. Desde el día aquel en el cementerio, el muchacho les hablaba mal y los trataba peor.
ESTELLA: ¡Es la última vez que me contestas así, Esteban, soy tu madre y me respetas!
ESTEBAN: El respeto no se impone, mamá, se gana.
IGNACIO: ¿De dónde sacas esas cosas?
ESTEBAN: Del abuelo, él dice eso y no soy un niñito tonto al que van a engatusar. (Llega Florencia, la hija menor del matrimonio, de 10 años)
FLORENCIA: ¿Qué pasa, Teby?
ESTEBAN: Nada, Flor, una discusión tonta con mamá y papá. Ven, vamos a tomar un helado.
FLORENCIA: ¡Si! Pero ya no peleen, por fa…
ESTELLA: Está bien, mi amor, ya no vamos a discutir.
IGNACIO: ¿Tienes dinero para el helado, hijo?
ESTEBAN: Si, papá. Adiós. (Se va con la niña)
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Doble Vida
RomanceSinopsis Diana es una mujer liberal, moderna y deshinibida que oculta un gran dolor detrás de una hermosa sonrisa. Toda la vida se ha preparado mental y físicamente para enfrentar al hombre que destruyó a su familia y acabar con él. Si bien ese es e...