Capítulo 052

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Diana miraba a Steven y en su cabeza hilaba cada pensamiento como para sonar convincente y verdadera en las palabras que estaba a punto de decir

DIANA: No precisamente, Jake, eso es lo que vine a decirte y por miedo a tu reacción es que no te he buscado antes.

JACOB: No te entiendo.

DIANA: Si lo quise mucho, Federico supo cómo hacerme entender muchas cosas y fue un hombre maravilloso que no merecía terminar como lo hizo y eso siempre me va a doler, pero nunca (Respiró profundo y se contuvo de llorar, no quería negar la verdad más importante de su vida, pero tenía que hacerlo a como diera lugar)

JACOB: Diddy, ¿nunca qué?

DIANA: Nunca lo amé…

JACOB: (Se sintió feliz de oírlo) ¿Segura? Te vi muy enamorada de él.

DIANA: Estaba deslumbrada, ya te lo dije, Fede fue un ser increíble que me brindó su apoyo, su amor y en otras circunstancias, seguramente me habría enamorado perdidamente de él. El problema es que para el momento en que lo conocí, mi corazón ya tenía dueño, sólo que yo no me había dado cuenta aún.

JACOB: (Volvió a perderse) ¿Cómo?

DIANA: Jake, ahora que toda la pesadilla terminó y mi alma está libre de sentir, entendí que llevo años amando al mismo hombre. Hace poco él volvió a mi vida y desde aquel momento, ya no se cómo actuar con él y lo he alejado un poco porque no quiero lastimarlo ni lastimarme yo.

JACOB: ¿Quién volvió a tu vida, Diana? Me pierdes, no te entiendo.

DIANA: (Le toma el rostro) Tú, Jake, tú regresaste a mi vida y ya no puedo negar lo que siento por ti…

JACOB: (Se quedó inmóvil, no podía creer lo que escuchaba) ¿Me lo dices en serio?

Diana juntó valor y reprimió su asco lo más que pudo. Lo miró fijamente, para darle seguridad y lo besó largamente. En un principio, él no supo reaccionar, pero al darse cuenta que quien lo besaba era la mujer que tanto deseaba, la abrazó y respondió a los labios que lo saboreaban.

Federico cortó la comunicación y se quedó completamente paralizado. No podía ser cierto lo que le habían dicho y él tenía que cerciorarse por si mismo que todo era una grave equivocación o una gran locura. No pudo reconocer la voz que le habló, pero lo que le dijo era inverosímil:

“VOZ: Julieta está apunto de cometer el peor error de su vida y eso es por ti, por salvar tu vida. Vuelve cuanto antes y que nadie sepa que eres tú, Federico Quiroga, porque si te reconocen, eres hombre muerto y nadie más que tu persona puede detener a Diana de cometer semejante locura.

FEDERICO: (Habían llamado a su mujer por ambos nombres, quien fuera que le hablaba, sabía la verdad) ¿Quién habla?

VOZ: Eso no importa, lo único que tienes que saber es que Diana va a casarse con otro tipo para asegurarse que a ti no te pase nada y no lo puedes permitir.

FEDERICO: ¿CASARSE? ¿CON QUIÉN?

VOZ: Búscala y hazla entrar en razón, no puedo decirte nada más. Y apúrate porque quiere hacerlo en seguida y después se va a largar a cualquier parte del mundo donde nunca la puedas encontrar.

FEDERICO: ¿Cómo se que esto no es una trampa?

VOZ: Busca las últimas noticias sobre Ignacio Pereyra y vas a saber que lo que te digo es cierto.

FEDERICO: ¿Cómo? ¿Por qué?

VOZ: Búscalas y si de verdad la amas, impide que haga lo que pretende. Adiós. (Se oye cortar la comunicación)”

Doble VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora