La mañana llegó en la mansión del Pakhan. Los golpes en la puerta de la habitación de Nikolái ya llevaban más de una hora repitiéndose, pero nadie atendía.
A las 10:30 am Vladímir tenía los puños tan fuertemente apretados que las venas de sus brazos se contorneaban sobresaliendo.
El puño impactó en la madera nuevamente, la idea de Niko encerrado con Sam en la misma habitación lo traía loco.Del otro lado de la puerta Sam comenzaba a despertar y con ello las quejas que traía su primera resaca.
- Dios... mi cabeza. -Llevó las manos a su frente frotando para quitar el dolor.
Los golpes de la puerta comenzaban a traerlo a la realidad, olvidándose de todo dolor miró a su alrededor notando la ventana abierta de par en par, su ropa desperdigada por la habitación y el fuerte dolor en su hombro izquierdo.
Levantó las sábanas que lo envolvían en la cama provisional en el suelo y buscó a Niko en la bola de sábanas y cobijas sobre la cama, quitó unas hojas de árbol de su cabello que de seguro se engancharon al trepar por la ventana.
- Niko.. Niko, están golpe... ¡¡¡HOO POR DÍOS!! - Gritó Sam al destapar el cuerpo de Niko, despertándole del susto.
- ¿Qué? ¿Por qué gritas así? -Se quejó frotándose los ojos con las palmas.
- Tu.. tu .. tu pelo. -Dijo con los ojos bien abiertos de par en par.
De inmediato Nikolái llevó sus manos a su cabeza, suspiró aliviado de sentir sus hebras entre sus dedos, eliminando su primera suposición de que la noche había sido muy loca y terminara por rapar su cabeza.
Tomó un mechón en sus dedos y lo llevó al frente para poder verlo, sus ojos se abrieron peor que los de Samuel al ver el color. Tiró las sábanas a un lado y corrió al baño. Los golpes seguían sonando en la puerta y ahora que se escuchaba ruido en la habitación comenzó a llamarlo.
-Niko, abre la puerta. -Frente al espejo Niko movía su cabeza de izquierda a derecha.
- ¿Cómo pasó esto? -Preguntó a Sam que lo miraba apoyado desde el marco de la puerta del baño.
Su cabello dorado ya no estaba. El tono rubio que tanto le identificaba había sido cubierto por un tono pelirrojo rosando a fantasía.
- ¿Qué me hiciste? -Preguntó a Sam. -Parece que tengo la cabeza encendida. -Se quejó.
- ¿¿Yo?? – Gritó Sam indignado, pero no tuvo tiempo de pelear por su inocencia cuando los golpes en la puerta volvieron a sonar y ambos voltearon mirando a ésta con terror por los fuertes que habían sido.
- Cúbrete el tatuaje. -Dijo Niko corriendo a su cama por su remera, revisó sus cajones en busca de algún gorro que lo cubriera y fue Sam quien le alcanzó una visera negra mientras a su paso ponía orden y escondía debajo de la cama de una patada una botella de alcohol que apareció entre las sábanas.
Niko miró a Sam confirmando que se haya colocado también su remera, intentó esconder los mechones de cabello dentro de la gorra y abrió la puerta.La mano de Vlad quedó suspendida y frunció el ceño furioso con Niko.
- ¿Qué hacías? Llevo horas golpeando como desquiciado ¿Por qué no habrías?
Niko lo miró asustado, cada vez levantaba más el tono de voz mientras se adentraba a la habitación.
- Dormía. -Respondió agachando la cabeza y mirando el suelo esquivando aquel rostro lleno de enojo hacia él.
- Mírame cuando te estoy hablando. -Ordenó entre dientes, pero Niko no hizo caso y Vladímir estaba tan cabreado que la tentación de golpearlo estaba presente. Queriendo levantarle la cabeza, Vlad tomó de la gorra por la visera y levantó con fuerza. Niko no llegó a tomarla cuando ya estaba en el suelo y la mirada dura de Vlad fue remplazada por la sorpresa.
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HEREDERO
Teen Fiction[Segunda parte de THE BRATVA] Luego de los terribles acontecimientos, debe surgir el orden. Nuevos personajes, engaños y sentimientos encontrados. Una vez más la lucha por mantener los negocios y el puesto de Opekun será el centro de disputas. La m...