Nikolái comía tranquilo de su plato sin notar la mirada de Vlad encima de él, o tal vez si lo hacía y sólo lo ignoraba, el punto es que la cena fue de lo más incómoda para Vlad, demasiado silencio que no sabía cómo romper, nunca imaginó poder extrañar a las tres últimas adiciones.
Cada uno lavó sus trastos. Niko se quedaba mirándolo debes en cuando con el ceño fruncido, sin entender la actitud del mayor.
Se suponía que disfrutaría estar a solas con Vladímir, como en los viejos tiempos. Tal vez ver una película o intentar cocinar algún platillo típico de Rusia, pero muy lejos de todas esas ideas, Vlad se mantuvo callado toda la noche y sólo recalentó la comida del medio día. Después de cruzar palabras con los hombres de seguridad, subió las escaleras a su habitación sin despedirse o desearle buenas noches. Definitivamente pasa algo, pensó preocupado por que el problema sea con él. Decidido, Nikolái subió las escaleras y fue hasta la habitación de Vladímir. Se quitó la ropa quedando sólo con un Short de algodón que usaba para dormir ya que odiaba usar pijamas.
- ¿Qué demo... ¿Niko? -Preguntó en un susurro al sentir unos brazos rodearle la cintura en la oscuridad. El chico no contestó lo obvio y sólo enterró su cabeza en el pecho igual de descubierto de Vlad.
Tenía la necesidad de corresponder ese abrazo, pero temía tener contacto con la piel de Niko. Algo le decía que sería de muy mala idea, no pudo dudar por mucho tiempo y la conciencia que le indicaba la negativa de abrazarlo quedó enterrada en lo recóndito de su cabeza.
Llevó la mano hasta la cabeza de Niko acariciando su rojizo cabello, de a poco y fingiendo estar distraído fue haciendo contacto con la piel de su cuello y hombros. Al parecer el sueño estaba atrapando a Niko y Vlad. Ambos respiraban pacíficos y el cansancio les ganó.
La mano de Vladímir viajó más abajo, rozando la yema de sus dedos con los omoplatos del chico, ciertamente sentía una textura extraña en aquella parte, cortaba la suavidad del resto de su piel. No le dio importancia y durmió plácidamente con Niko en sus brazos.
Una calidad lo llenaba en el pecho al volver a estar a solas con él... pero ¿Por qué se sentía de esta forma? No era el mismo sentimiento que tenía por Logan o Tobías, no era una imagen paterna para Nikolái, tampoco se veía siendo el hermano mayor de él.
El cuerpo de Niko se movió incómodo por la posición en que se durmió. Aún en su sueño, giró el cuerpo dándole la espalda.
Vlad se despertó, pero en la oscuridad de la habitación no logró ver mucho, así que abrazó a su compañero atrayéndolo a su cuerpo, lo sintió removerse nuevamente he inconscientemente frotar su trasero en la entrepierna de Vladímir, tal vez fue porque seguía bajo los brazos de Morfeo, pero sin poderlo evitar Vlad también movió su cuerpo buscando el contacto que tanto placer le daba.
Fue consciente de su acto al escuchar un suspiro de los labios de Niko. Como si de la misma muerte se tratara, se separó de Niko ¿Qué había estado haciendo?Encendió la luz para poder asegurarse que Niko siguiera dormido, pero nunca espero ver el cuerpo del niño cubierto por un tatuaje en su espalda. Era Vladímir, un hombre de lo más afortunado y es que, No todos los días se cumplen tus fantasías. En este momento no se daba cuenta, pero su cabeza le daba una idea al no molestarse por ver semejantes alas dibujadas. Nikolái era un Ángel ante sus ojos y ahora lo era en verdad. Pasó las manos por su cabello tratando de tranquilizar sus pensamientos, pero ver a Niko semidesnudo en su cama, con las sábanas cubriendo sólo sus piernas dejando su espalda a la vista, y aquel tatuaje lo tenía loco.
¿Qué carajos me pasa?
Es... Es Niko. Tuvo que marcharse de la habitación o los pensamientos de tocarlo volverían loco a Vladimir.
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HEREDERO
Teen Fiction[Segunda parte de THE BRATVA] Luego de los terribles acontecimientos, debe surgir el orden. Nuevos personajes, engaños y sentimientos encontrados. Una vez más la lucha por mantener los negocios y el puesto de Opekun será el centro de disputas. La m...