Capítulo 24

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- La clase terminó señoritas. En la pizarra del pasillo encontraran la lista de los bailarines que lograron obtener un papel en la obra, si alguna de ustedes no está conforme con el papel asignado pueden hacérmelo saber, estoy segura que otro u otra lo va a querer. -La mayoría corrió al pasillo para revisar dicha lista. Las caras que volvían eran de decepción, incluso una de las chicas volvió llorando. Terminó de atar sus zapatillas, tomó su bolso y salió al pasillo, cada vez que se iba acercando más a la pizarra podía escuchar a una de sus compañeras hablar.

-No puedo creer que la gorda esa tenga el papel protagónico, ¡¡era mío!!- Gritó indignada.

-Cállate, no querrás que la señorita Hibenson te quite el papel que obtuviste. - Aconsejó otra en susurros.

-Ni me interesa protagonizar ese papelucho de cuarta, esa gorda fea me las va a pagar.

Cuando Logan llegó a la pizarra, buscó su nombre sin prestar demasiada atención al drama de aquella chica, pero también dejó pasar-o tal vez no lo notó- el silencio que se formó tras su llegada y la mirada de odio que esa chica le dirigía.

Logan Grenyoi - El cisne.

Estaba sorprendido ¿él tenía el protagónico? Eso quería decir que... miró a la chica a su lado ¿acaso esos insultos eran a su persona? No entendía porque hablaba así de él, ni siquiera lo conocía.

Necesitaba a Leo, ella con su carácter en este momento ya habría partido los dientes de esa envidiosa de una patada. El ambiente se volvía incómodo, algunas personas comenzaban a esparcirse para no llamar la atención y evitar una multitud.

-Ve sabiendo que no lo tendrás fácil, perra. -Susurró ese insulto chocando su hombro con fuerza suficiente como para tirar al suelo el pequeño cuerpo de Logan.

Aquello lo tomó por sorpresa, la humillación que sintió al caer lo llenaron de un malestar que, se levantó con sus ojos cubiertos por las lágrimas y corrió fuera de ese lugar, lejos de donde sentía esas miradas de lástima sobre él. Subió la vista al cielo tras sentir una fría gota sobre su mejilla, las nubes grises cubrían toda su extensión y no podían opacar más su día.

No esperó por Ilya dentro del salón como debía hacerlo, pero como afuera de la academia también había alumnos que lo reconocieron tras su reciente logro. Los murmullos y las miradas rencorosas lo sofocaban al igual que adentro, no le quedo otra opción que correr unas calles abajo, no quería que lo miraran así, no quería recibir el odio o la envidia de las demás personas, por lo que se fue, no aceptaría ese trato, pero tampoco tenía la actitud para imponerse sobre sus compañeras.

No tenía paraguas y las gotas parecían perseguirlo buscando alcanzarlo, lo que aparentaba una llovizna comenzó a ser acompañado por el rugido del cielo que de a poco se iluminaba entre las nubes por los truenos. Logan no podía evitar cerrar los ojos y tensar el cuerpo cada vez que los escuchaba, creía que si uno de esos rayos impactaba contra la tierra lograría quebrantarla.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos se detuvo por aire, la lluvia comenzaba a castigar su cuerpo al caer tan fuerte y rápido, su ropa estaba completamente empapada y el frío comenzaba a calarle en el cuerpo, buscó donde refugiarse de la lluvia y terminó varado en las puertas de un edificio residencial.

Los fuertes bocinazos de un auto aparcado a su lado izquierdo llamaron su atención, de éste bajó Ilya sin importarle la fuerte tormenta o que los autos se quejaran tras dejar el auto mal estacionado y con la puerta del piloto abierta.

-¿Estás bien? ¿Te están siguiendo? -La preocupación se reflejaba en los ojos de Ilya, pero Logan se mantenía callado y ni siquiera lo miraba. Estaba apenado, sabía que había actuado mal y ahora Ilya de seguro se enojaría con él.

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