Querida Chantal:
Lamento no haberme comunicado, ni siquiera hemos hablado de la carta que me habías enviado la otra vez, quisiera decirte que es imposible no aspirar a más, porque eres la mujer más hermosa que jamás conoceré.
Quererte no es difícil, pero parar de pensar en ti es más que eso.
Quisiera ser el único que pueda hacerlo, digo, quererte, por lo menos en este corto tiempo que tengo.
Tengo que conseguir una esposa, y en lo único que pienso es en ti.
Además, tengo que heredar el trono dentro de poco, y la gente no me quiere, se están revelando los de clasificación más baja. Tengo el presentimiento de que algo malo va a ocurrir, y te confieso que tengo miedo.
Cambiando de tema:
Acepto tu propuesta, ser amantes no suena muy mal, pero por favor, esto no debe salir a la luz. No quiero que sea un compromiso sin sentimientos, y no lo será desde mi lado.
Tal vez podamos encontrarnos, creo que sería un gran placer volver a estar contigo.
Te propongo algo, este sábado a las una de la madrugada ve a la plaza de armas, ponte algo oscuro, para no llamar tanto la atención de los guardias. El toque de queda es a las diez de la noche para los de tu clasificación, ten cuidado. Y mi hora de toque de queda es a las tres de la madrugada así que no tendré problemas.
Si no te presentas es porque cambiaste de opinión y lo aceptaré.
Seré humano y haré lo que tú quieras, pero tú haz lo que tu corazón te diga.
Con el corazón,
Alexander.
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Un Millón De Estrellas
Short StoryCuando dos almas rotas están destinadas a encontrarse, dos personas que no quieren ni deben sentir, dos seres que buscan más de lo que tienen, ¿Podrían quererse? ¿Podrían empezar a curarse entre ellos? Y es que muchas veces tenemos toda una vida...
