Epílogo

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   Luna se quedó dormida a mitad de la historia, pero aun así el abuelo siguió contando todo.

   Cuando la madre de Luna vino a buscarla el abuelo le dijo que le contó unos cuantos cuentos y que se quedó dormida.

   Alexander sube las escaleras, se tarda algún que otro tiempo pero llega.

   -Chantal, amor de mi vida, ¿Dónde estás?

   Y es que la ve, está con Harry y vienen a saludarlo, Bianca también viene, y está más hermosa que nunca, le agarra la mano y lo estira, de pronto él está más joven, más guapo, son otras épocas, y vuelve a su casa, su jardín, sus amigos, y con Chantal, aunque ella esté con Harry, el solo verla le pone bien.

   Alex había envejecido con el tiempo, aunque ahora sea joven nuevamente, y con él paso del tiempo había quedado un poco loco.

   Tal vez nunca hubieron reyes, ni clases A, B, C, tal vez nunca hubieron departamentos, ni Franntale, ni esos quinientos Frenns que nunca pagó, tal vez sólo fue un niño rico, con sus amigos ricos, con un padre infiel, una empresa en quiebra, y una madre a la que no le gustaban las personas de escasos recursos. Tal vez todo fue una farsa, tal vez el amor siempre será una farsa.

   Fue cuando volvió a ver a Chantal, que recordó todo con más claridad, y fue el amor en los ojos de ella, cuando miraba a Harry, lo que le hizo saber que todas sus últimas palabras fueron hacía él.

   Y es que es increíble lo bello que puede ser el amor, aunque muchas veces todo lo que esperas es mentira, muchas veces es una farsa toda una vida, mientras que otras pocas veces la vida es simplemente eso, vida.



   Amor, esto es para ti, mi corazón está latiendo, por favor, mírame, te estoy gritando, por favor, escúchame, te estoy hablando, por favor, te amo. ¿Puedes amarme?

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