Capítulo 14

44 3 0
                                    

   Todo lo que es, un hombre.

   Y él quiere todo, el mundo para sí mismo, en sus manos. Él odia las mentiras, pero le encanta mentir, su cabeza está en otro lado, pero el pisa tierra. Para él es un lugar muy frío, y eso le encanta.

   Y cuando ella llega, solo se concentra en eso, en esa falda que le queda tan bien, esos labios rojos que captan su atención, y ese cabello que lo mata. Pero, ¿Serán suyos?, más bien son de nadie.

   -Harry.

   -Chantal.

   -¿Vamos? –Y sonríe.

   -Vamos –Afirma.

   Se encontraron en la entrada del circo, uno al que Chantal había querido ir hace muchísimo, y se lo había contado a Harry unas cuantas noches atrás.

   -Bienvenidos al circo "Le Carrusel", el más grande de Franntale, déjenme decirles jóvenes, son la pareja más bonita que he visto.

   Harry suelta un bufido y se peina el cabello, ese cabello rubio, casi blanco; Chantal sólo ríe.

   -Gracias, señor.

   -No hay de qué, preciosa.

   -¿Estás coqueteándole a mi novia? –Chantal lo mira sorprendida, Harry estaba un poco enojado.

   -Claro que no, joven.

   -Payaso –Y comienzan a avanzar.

   -Soy un payaso, de igual manera.

   Harry gira la cabeza y lo fulmina con la mirada.

   -Tranquilo, estás siendo muy exagerado.

   -Sólo yo te puedo decir preciosa –Chantal ríe y baja la cabeza mientras él la mira.

   Luego de comprar palomitas, se sientan en la última fila, pero la única que ve el show es Chantal, Harry no puede apartar la vista de ella, es tan hermosa, y le cuesta tanto fingir que no la quiere; hace más de un año comenzó esa rara relación que tenían, el planeaba casarse con ella, aunque necesitara una dama A, cuando le pidiera a su padre él aceptaría, aunque su madre se vuelva loca, ríe de solo imaginarse su cara, pero lo valía todo por Chantal.

   En un momento ella lo mira y ríe, y esa forma en que lo hace le abre el corazón, él espera que ella tenga cuidado, que no le mire de esa forma en que lo hace, porque ahí mismo la sostendría en brazos y la llevaría al altar.

   Al terminar el show cada uno va por caminos distintos.

   En el frío de la noche Chantal no aguanta, debido a sus ropas desabrigada, temblar, un auto pasa por ahí, es Alex, le dice que suba y ella acepta.

   -Gracias por traerme a casa, no hubiera aguantado el frío, me habría congelado, o peor, no habría llegado para el toque de queda.

   -No es nada.

   Él la mira un momento.

   -¿Puedes acompañarme?

   Chantal lo mira extrañada.

   -Solo, quédate un momento.

   Y eso hace, y lo mira, por tanto él le toma la mano, y la acaricia, Chantal cierra los ojos, se siente segura.


Un Millón De Estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora