Debemos acabar con los Honmenas

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Antes de bajar a la planta principal, Remo decidió administrarle a Ethan su medicina, ya habían pasado mucho tiempo desde que estaban allí dentro, o eso sentíamos, aplico la medicina y volvió a recostarlo en el suelo, apoyando suavemente su cabeza sobre la mochila, después espero unos dos minutos para ver si sucedía algo, si e cuerpo de Ethan reacionarra de forma violenta por culpa de su medicina, pero no sucedió nada, así que Remo se levanto, saco un cuchillo de su mochila y se lo guardo en la cintura, sujeto por su cinturón, cerramos la puerta y bajamos a la planta principal.

Después de un gran numero de escalones, por fin llegamos al vestíbulo, allí todos estaban reunidos es una esquina escuchando a alguien que no podía ver bien, me puse de puntillas y solo alcance a ver su pelo, corto, más corto que el de Remo y eso que el suyo es estilo militar, tal vez rapado por los lados, negro, las cabezas de los demás me impedían ver con claridad este individuo que mantenía a todos concentrados en sus palabras. Mire a Remo, al juzgar por su cara no le estaba gustando mucho las palabras de aquel chico, la verdad no entendía gran cosa de lo que decía, parecía una especie de discurso lleno de choradas:

"...Como ya e mencionado anteriormente, no pertenezco a esta simulación, vengo de la simulación de Medicina, mientras nos examinábamos, creo que solo pasaron unos treinta y cinco minutos, me encontraba en una sala de operaciones al igual que todos los elegidos para esta simulación y en nuestros pasillos, caminaban Z que intentaban llegar hacia nosotros, pero solo estaban allí para que los Lideres pudieran ver como trabajamos bajo presión, cada participante estaba tan metido en hacer bien su trabajo para poder salir de allí con el rango de Medicina, no nos dimos cuenta de que el numero de Z en el pasillo cada vez era mayor, hasta tal punto que las puertas empezaron a ser golpeadas y los cristales que habían al lado de la puerta, los cuales nos permitían ver, se estaban rompiendo, esta situación puso a muchos en estado de shock , yo, seguía pensando que era parte de la simulación, otra prueba mas de los Lideres, pero entre los Z empezaron a aparecer Turts, aquí fue cuando me di cuenta que la simulación había acabado, un Turt no forma parte de la simulación de Medicina. Después de la aparición del primer Turt, la cosa se puso demasiado Gore, la gente iba cayendo una por una, no teníamos manera de salir de nuestras salas, estábamos entre la espada y la pared, ¿elegir la espada o la pared?, eso es lo que nos preguntábamos todos, cual de las dos opciones acabaría con esto mas rápido, permanecer pegado a la pared viendo como cada segundo se hace eterno y escuchar los susurros de la muerte en tu oído hasta que llegue a ti o ir directo a la espada y clavar su afilada punta en tu pequeño corazón, pero por miedo nadie era capaz de elegir una de las dos opciones, solo permanecían en el medio, sintiendo el miedo en su cuerpo mientras la muerte le llama, y el frío toque de la espada en su nuca, notando como lentamente se va clavando en su piel.

Supongo que bajo esta situación nadie podía pensar con claridad, pero en un ultimo momento, un par de personas estaban gritando para que los que aun estuviéramos en pie, no es metiéramos en los conductos de ventilación, y que allí nos reuniéramos, eso hice.

Después de correr afuera de la simulación de Medicina, salimos aquí, en la de Exploradores, al igual que todas las ademas personas que consiguieron escapar de su simulación.

Con nosotros había una chica Honmena, cuando un grupo de Z venía hacía nosotros, nos dimos cuenta que solo la perseguían a ella, lo que quiero decir es que, si echamos a todos los Honmenas que están entre nosotros esas cosas nos dejaran en paz, si quereis salir de aqui con vida, debéis confiar en mi palabra, ¡acabemos con todos los Podridos!"

Cuando termino de hablar, todos le alabaron.

-Ahora por favor, si alguien sabe de algún Honmena que lo diga- repetía dando vueltas por la sala.

Y sin protestar, uno de los presentes empujo a un niño pequeño, de unos ocho años, era uno de los chicos que Ethan salvo de la horda, el chico empezó a llorar, nadie decía nada, nadie le defendía, todos miraban con atención a su nuevo Líder, viendo cual sera su siguiente paso. El hombre se hacerco al chico, se puso a su altura.

-No llores, no tienes por que tener miedo, no te va pasar nada- decía mientras acariciaba su pelo.

Pero solo decía mentiras, de su espalda estaba sacando lentamente sin que el niño se diera cuenta, una pistola. A nadie le parecía importarle la muerte de un niño de ocho años, que debería de estar con su madre, viviendo su infancia, infancia que estaba apunto de ser arrebatada. Ni yo era capaz de hacer algo, sacudí a Remo pidiéndole que interviniera pero el no me hizo ningún caso. Sabía lo que iba a pasar y no tenia las fuerzas suficientes para impedirlo, ni tenia el valor de cerrar mis ojos para no ver lo.

El hombre abrazo al niño, el cual había parado de llorar, sin que el niño se diera cuenta, el "lider" puso la pistola en su cabeza y apretó el gatillo, un estallido reboto por todo el vestíbulo y seguido de el, el ruido del cuerpo del niño cayendo inerte al suelo, después de unos segundos de silencio, se pudo escuchar a alguno de los presentes llorar, yo era uno de ellos, las lagrimas caían por mi cara, me sentía culpable por no haberlo detenido, incluso de la cara de Remo brotaban pequeñas y cristalinas lagrimas de culpabilidad.

-Como ven esos seres aun aporrean la puerta, así que deduzco que entre nosotros queda algún Honmena, por favor sal, no nos obligues a usar la fuerza.

-Así es aun queda uno, aquí me tienes- dijo Ethan bajando por las escaleras.

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