Viderte

Susana

Desde mi habitación no se escuchaba nada, los pasos de los médicos se mantenían fuera de mi alcance. Hacía horas, quizás minutos que no veía a nadie familiar, Susana y Mark, que se negó a irse, me habían acompañado hasta el Hospital junto a los demás heridos, me atendieron y luego me asignaron una habitación en observación, al parecer, el sistema medico seguía igual, residentes y internos moviéndose de un lado a otro con la prisa respirando sobre su nuca.

Desde que vivo en el Sector uno, nunca he tenido la necesidad de venir al hospital, recuerdo que mi madre decía que era muy fuerte frente a no quedarme enfermo, pero no recuerdo lo que le paso, tengo recuerdos, muchos de ellos, pero los mas importantes siguen escondiéndose de mi, pensaba que lo recordaba todo, me emocione demasiado rápido. Las palabras de Mark no paran de rebotar en mi cabeza, si aquel no es mi padre, ¿quien era aquella gente?.

Sentía un dolor enorme en mi cabeza, como si miles de alfileres se clavaran en mi cerebro una y otra vez. Estaba saturado de información, demasiado en tan poco tiempo, empece una vida desde cero con gente nueva y otras que apenas recordaba, una nueva vida atrapado en este cuerpo que cargaba un cadáver del pasado, y luego, viví otra vida, pero esta paso en unas milésimas de segundos, una película que solo se le muestra al espectador, segundos antes de su muerte, pero yo fui la excepción, y obtuve mis consecuencias, antes cargaba una vida nueva y un cadáver del pasado, pero ahora cargo una vida con fecha de nacimiento pero no con fecha de caducidad y junto a ella dos cadáveres, uno de alguien que intento huir de todo aquello que le hacía el, mientras cargaba con un pasado que ya no era suyo, y el otro cadáver, este, se encontraba ya en estado de descomposición porque se consumía poco a poco por la oscuridad y el olvido.

La puerta de la habitación se abrió, el doctor Itami junto a Susana entraron en la habitación, Susana llevaba una bolsa.

-¿Como te encuentras Ethan?- dijo Itami.

-No se porque estoy aquí la verdad, solo fueron unos rasguños, no necesitaba tratamiento medico.

-Bueno, si con unos rasguños te refieres a tener la cara hinchada, con moratones, y tener las costillas magulladas, si, no necesitabas venir aquí- me contesto Itami-. Vas a tener que estar en reposo un tiempo.

 -No puedo, tengo que iniciar las practicas de exploración.

-Lo sé, pero no serán hasta dentro de unas semanas, hasta entonces, tienes tiempo para descansar- respondió-. Ya te hemos dado el alta, así que solo tienes que cambiarte y irte a casa, espero verte pronto- dijo mientras se despedía y salía por la puerta.

Susana se acerco a la cama.

-Toma - me paso la bolsa que llevaba en la mano-, Mark fue a casa a por algo de ropa mientras te atendían.

-Gracias.

Cogí la bolsa y me metí en el baño para cambiarme.

-¿Donde esta Mark?- pregunte mientras me intentaba quitar el nudo de la bata.

-Esta fuera, no a querido entrar, sabe que estas enfadado con él, pero ya sabes como es, no sé despega de nadie a quien el quiere aun estando enfadado con esa persona o la persona con el.

El dolor que sentía al mover el brazo para intentar llegar al nudo situado en mi espalda, no era nada agradable, el efecto de la anestesia empezaba a irse de mi cuerpo, esto me suponía una gran dificultad de movimiento, no podía moverme con normalidad, necesitaba ayuda, se que Susana se negara verme desnudo, así que solo me queda pedírselo a Mark, y no me hacia la más mínima gracia.

-¿Susana, podrías decirle a Mark que venga a ayudarme?

-Claro- pude escuchar una leve risita.