Mañanas

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La mañana empezó como una cualquiera, Susana se encontraba preparando el desayuno, alparecer Mark se había quedado dormido, puso tres vasos sobre la encimera, luego se giro para sacar un par de platos que situó en una esquina, se paro un segundo y alzo la vista para fijarla en mi.

-¿Podrías ir a despertar a la bella durmiente?- dijo repitiendo el apodo que le puso a Mark ayer.

En ves decontestar me limite a mover la cabeza de arriba a abajo como gesto de afirmación, ella, para confirmar que lo había entendido, movió levemente su cejas y continuó preparando el desayuno. Cuando despertamos, nos pareció raro no ver a Mark en la cocina, el es el que le encanta cocinar, recuerdo que siempre se encargaba de hacer el desayuno antes de que Susana y yo nos despertáramos, si no despertabamos, el se encargaba de hacerlo, Susana cocinaba los finesde semana si no tenía que ir a ninguna misión, aveces les ayudaba,pero ambos acaban echándome de la cocina, no les culpo, soy un negado en ese tema, siempre fui de comida preparada, congelados,comida basura, mi alimentación no era la mejor, Susana y Mark me lo recordaban cada día, cuando esto empezó, el tema de la comida me costó mucho, adaptarme a comer todo lo que antes no comía, fue un cambio muy fuerte para mi organismo, la primera vez que probé una fruta fue después de tres semanas de la Pandemia, me entraron ganas de vomitar, así con muchas más comidas, lo bueno es que gracias a la Pandemia deje todo aquello atrás, cosas buenas que tiene el fin del mundo.

Subí las escaleras hasta llegar a nuestra habitación, abrí la puerta con cuidado de no despertarle, de eso me tenía que encargar yo, me apoye sobre el marco de la puerta con el hombro, me crucé de brazos y me quedé observando como Mark dormía, estaba abrazado a una almohada con una funda morada, del mismo color que el edredón que le tapaba de cintura para abajo. Mark se encontraba sin camiseta, nunca le a gustado los pijamas, siempre a sido de dormir con boxers o sin nada,fue un gran logro convencerle de que durmiera por lo menos con pamtalones , espero que ese logro allá durado hasta hoy en día. Su mirada estaba hundida en el cojín que se encontraba entre susbrazos, me daba pena despertarlo, por otra parte tenía muchas ganas de hacerlo, para que sintiera lo que sentía yo con cada despertar suyo .

Me acerqué con cuidado hasta su cama, cuando me dispuse a darle un susto para así despertarle, el se adelanto, despertó de repente, tiro la almohada al suelo y luego me cogió por la cintura, me levanto del suelo y con un movimiento suave, me poso sobre la cama, se acomodo y luego me sujetó con sus pies, parecía un cohala sujeto a una rama.

-Buenos días-dijo sonriendo y luego me beso suavemente los labios.

-Dime que no has fingido estar durmiendo hasta ahora para que viniera a despertarte.

-No he estado despierto hasta ahora, no fingí dormir mientras tu preciosa cara estaba fija en mi.

-Eres todo un caso , como me hubieras tocado la herida...

-Nunca te haría daño , ¿cuantas veces te lo voy a repetir?- contesto después de interrumpirme -, ¿Que tal la tienes?, ¿te duele mucho?,  la herida digo -puso su mirada perversa.

-No tanto, las pastillas que me dieron cuando nos fuimos del hospital están haciendo su efecto y el brazo practicamente no me duele casi nada - dije evitando su anterior comentario.

-Eso es bueno,pero hoy no saldrás de la cama.

-No voy a pasar el día tumbado, sabes que lo odio.

-Dijeron reposo, y eso es lo que harás.

-Odio ese lado tuyo , como no dejes de ser tan sobreprotector me voy a enfadar de nuevo contigo.

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