Memories 3

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Cuando yo solamente tenía 11 años, todos los niños de la escuela me rechazaban, no me dirigían ni una sola palabra y hablaban mal de mí a mis espaldas.

Los niños a veces pueden llegar a ser muy crueles con los demás.

Probablemente fui yo quien los orilló a tener ese comportamiento conmigo.

Yo nunca quería jugar cuando me invitaban, nunca platicaba con ellos, en el receso yo solo comía en silencio y apartado de los demás cuando ellos se la pasaban jugando e incluso en el salón de clases yo me sentaba en uno de los asientos de la esquina, lejos de todos.

Fui el hazme reír de todos mis compañeros durante toda la escuela primaria.

Me ponían toda clase de apodos que les viniera a la mente.

A pesar de todo lo que pasaba, yo era uno de los niños con las notas más altas de de mi grado.

Los directivos llamaron más de cinco veces a mis padres para hablar con ellos sobre mi comportamiento "antisocial" pero ellos nunca acudieron.

Los profesores siempre estaban vigilándome e incluso algunos de ellos me hacían hablar con ellos en privado, con sus típicas preguntas, las cuales yo jamás respondí o solamente mentía con un "nada" o "estoy bien".

Nunca quise decirles la razón de mi comportamiento, la razón por la que estaba triste, eso, sinceramente, a ellos no les importaba.

Semanas después conocí a una chica, la única que no me juzgaba y me trataba bien, nos hicimos buenos amigos, estando juntos durante toda mi infancia y adolescencia.

La mayoría de las veces, los profesores se impresionaban al ver mi nivel de inteligencia, comprendía perfectamente el inglés y podía responder los problemas matemáticos fácilmente y con rapidez.

Pero no solamente era eso, yo tenía demasiada madurez mental para mi edad, yo tenía una mentalidad diferente a la de todos, yo era diferente a los demás y eso lo sabía.

Human Sadness (Julian Casablancas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora