A los 14 también fue la edad en la que comencé a fijarme en la música, cuando comenzó a llamarme demasiado la atención.
Mi curiosidad se fijaba bastante en aquellos cuadros de colores que lucían opacos con todo el polvo acumulado.
La pequeña colección de vinilos que se encontraba justo debajo del tocadiscos, maltratados y sucios después de tanto tiempo en abandono.
Aprovechando mi tiempo a solas para evitar algún regaño, me dispuse a escuchar algunos de los vinilos que se encontraban ahí.
Los colocaba con extremo cuidado en el tocadiscos y me deleitaba durante horas escuchando con detalle cada una de las canciones.
Eso era algo que yo podría haber hecho todo el día sin molestia alguna.
Comencé escuchando un poco de The Doors, Phil Collins, Nirvana, Bob Marley, The Velvet Underground y Pearl Jam.
Meses después, mi curiosidad y gusto por la música se hacía cada vez más fuerte, hasta llegar al punto de ser mi cosa favorita.
Durante mi tiempo libre, escribía canciones en una vieja libreta de la escuela, mi imaginación volaba y las letras parecían salir a montones.
En muy poco tiempo la música se convirtió en mi vida, la única cosa que me relajaba y me hacía sobrepasar mis problemas o al menos olvidarme de ellos por un momento.
La música era mi escape de la realidad.
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Human Sadness (Julian Casablancas)
FanfictionMás allá de todas las ideas del bien y el mal, hay un campo, Te encontraré ahí.