Memories 8

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Los 20 años, es el que yo consideraría como uno de los peores de toda mi vida.

Había dejado de llevarme con todos mis amigos de la adolescencia, excepto uno de ellos, el más calmado y estudioso de todos, el único centrado en su vida, con metas y siempre tratando de hacer lo correcto.

Por tratar de ayudarme, me ofreció un trabajo en una de sus tiendas de abarrotes, no pagaba mucho pero al menos era lo suficiente para sobrevivir.

Ahorrando un poco, al cabo de unos meses logre pagar la renta de un apartamento.

Me mudé ahí lo antes posible, sin darles explicaciones a mis padres, las cuales no les interesaban ni un poco.

Al fin podía estar solo, vivir mi propia vida sin tener que escuchar sus peleas todos los días, pero...¿de qué sirvió si gracias a ellos tenía una vida miserable y repleta de traumas psicológicos?, eso era algo que yo recordaba todos los días, e incluso pensaba en que hubiera sido mejor si yo nunca hubiera nacido.

Mi vida social era mucho menos que los años anteriores, por lo cual pasaba casi todos los días en total soledad.

Pero todavía falta lo peor.

-

Había terminado la mudanza a mi nuevo apartamento, solamente necesitaba regresar a casa por mi ropa.

Al entrar vi a mi padre sobre sus rodillas, mientras mi madre yacía en el suelo.

Corrí hacia ellos y me arrodillé también.

"Pero que ha pasado?" Pregunte.

"Ella...intento dejarme"

Con tan solo abrir la boca para hablar, podía oler el alcohol.

Tome las manos de mi madre, estaban frías, toque su cuello y no había pulso. Lo peor estaba justo en frente de mi, ella había muerto.

"Pero qué rayos hiciste!? Que no te das cuenta!? La acabas de matar!"

-

Mi padre fue condenado a 20 años en prisión por homicidio agravado.

Mi madre fue cremada y al menos logre quedarme con sus cenizas, pero el pensar en ella todavía me pone los ojos cristalinos y probablemente sea algo que
jamás superare.

Y los años fueron pasando, todo lo que hacía era trabajar en la tienda de mi amigo. Y de vez en cuando visitaba algún burdel para calmar mis bajos instintos.

Logre dejar un poco el alcohol y el cigarrillo.

Mi vida era un poco más calmada, pero seguía siendo el mismo fracasado de siempre.

Human Sadness (Julian Casablancas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora