Cap 4

453 43 10
                                    


Días después Juliet y yo nos encontrábamos comiendo en un restaurante de la zona, la comida era buena y barata, perfecto para nosotros.

—Te das cuenta de lo que hiciste? Que hubiera pasado si yo fuera un asesino? Eh?— pregunte con cierto sarcasmo en cuanto hablábamos de la vez en que nos conocimos.

—Si lo sé, además fui demasiado precipitada contigo, normalmente no suelo actuar así, todo fue culpa de la desesperación— respondió con la mirada en su plato mientras movía el tenedor dentro de el.

—Nunca me has dicho que pasó.

Ella dejo de mover su comida y me miró a los ojos.

—Yo vivía con mi madre, pero después ella consiguió un nuevo esposo al cual yo no le caía nada bien, entonces después de su boda, ellos dos literalmente me echaron a patadas de ahí. Así que aquella noche yo vagaba por la calle y afortunadamente te encontré— dijo con la voz triste.

—Yo sigo sin entender por qué me ayudaste.

—Parecías buena persona, y vaya que lo eres.

Al escuchar eso no pude evitar sonreír, probablemente era lo mejor que me habían dicho en años.

Al terminar nuestra comida regresamos a mi apartamento.

Al entrar Voltron no paraba de mover la cola, pero de alguna manera solo lo hacía frente a mi;
cuando Juliet intentaba tomarlo o siquiera acariciarlo el siempre huía y se refugiaba conmigo, se podría decir que a él no le agradaba para nada la compañía de ella.

—Tu lo compraste?— preguntó mientras se arrodillaba e intentaba una vez más acariciarlo y aún no lo consiguió.

—De hecho lo encontré en la calle, así que decidí adoptarlo— respondí tratando de evitar que Voltron me pasara toda su lengua por la cara.

—Por qué no me no deja acariciarlo?— preguntó con cierta desilusión al ver que el perro se volvía loco en mis brazos.

—Tal vez le caes mal— añadí riéndome.

—Que gracioso eres Casablancas— dijo levantándose del suelo y sacudiendo su pantalón.

Los dos quedamos en silencio por unos cuantos segundos hasta que recordé que Juliet había conseguido un empleo como bartender en un bar de la zona, así que decidí romper el silencio.

—Irás a trabajar hoy?— pregunte.

—Es obvio que si, no puedo faltar en mi primer día.

—Perfecto.

—Por qué preguntas?— hizo una larga pausa y habló antes de que yo lo hiciera— Quieres acompañarme?.

Después de todo yo tenía toda la noche, pues hoy me había tomado un día libre del trabajo.

—Claro, por qué no?.

Human Sadness (Julian Casablancas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora