Friendzone.

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"Sólo, sólo una amiga más... Sin temores ni reservas."

Narra Guido:
Hace tres semanas que con Ju nos vemos, nos juntamos y salimos a pasear fuera de la ciudad... El mes de diciembre transcurre tranquilamente, el 5 del mismo mes cumplí 21 años (ya soy completamente legal jaja) y por supuesto la invité a ella y a luz su hermana a que vengan, allí conocieron a mi familia y por lo que vi tanto a mi familia como mis amigos les cayó bien.
Si hay algo que no concuerda o me confunde de nuestra relación es que somos amigos, muy amigos, pero de vez en cuando me roba besos o yo a ella... A esta situación la defino completamente como FRIENDZONE.
• • •
-¿Hola?- mi celular comenzó a sonar y el nombre de Ju junto a una foto que le tomé desprevenida aparecieron en mi pantalla.

-Hola Guido? Seguías durmiendo?- dijo al otro lado del teléfono.

-Nono ya desperté, que onda?-

-¿Queres venir a comer a casa? Luz se fue con una amiga que conoció al shopping y hasta mañana no vuelve, y mi mamá... Bueno ya sabes, supuestamente vuelve en una semana-

-Dale en media hora estoy ahí- dije levantándome de la cama y calzandome mi jean negro-

-Ok un beso- me corto.

-Dios Dios tengo media hora. Para que le dije media hora? La puta madre no llego- dije buscando mi camiseta blanca. -Acá estas forra!- si, estaba hablando solo pero bueno. Me puse la camiseta y me calze los borcegos color beige.

Narra Julieta:
Ya pasaron tres semanas, tres semanas desde que me volví cercana a Guido, tres semanas de estar intentando encontrar mi lugar en Don Torcuato, tres semanas que mi mi mamá dejo esa patética nota en la heladera.
Por el momento mi único Pilar es Guido y mi hermana, si no fuera por ellos estaría re demacrada en este momentó y sin ganas de nada.
Le dije a Guido que venga a almorzar, hoy estaríamos solos ya que luz conoció a una chica llamada Valentina y se hicieron amigas... Hoy fueron al shopping y por la noche dormirían en la casa de Valen.
Mi mamá tendría que estar llegando dentro de una semana, el 1 de enero... 15 días antes de mi cumpleaños.
Como se imaginarán, noche buena, Navidad, la noche del 31 y año nuevo... Se festejarán sin mi madre, todo esto en una semana, estamos a dos días de noche buena y a tres de Navidad... Gracias a Dios Guido fue muy tierno al invitarnos a mi y a luz a pasar todas las festividades en su casa, hablando de Guido... No se lo que es nuestra relación, verdaderamente no se que es.
Somos amigos, pero el me roba besos a veces o viceversa y eso me confunde aun mucho más.
No voy a negarlo, me encantaría ser algo más de él y lo digo sin filtros porque se que el piensa lo mismo.
El tema es que necesito que lleguemos a saber más del otro, de todos modos creo que ya estoy algo lista para lo que se viene en un futuro.
Esperé unos minutos sentada en el sillón viendo Gossip Girl hasta que el timbre irrumpió mis pensamientos. Era el.

-Hola rubio!- exclamé al verlo detrás del marco de la puerta, lo abrace y me tomo de la cintura como hace siempre.

-Todo bien?- posó un beso en mi mejilla.

-Si, bien...-

-Julieta...- me miró nada convencido.

-Pasa y hablamos...- entró y cerré la puerta, fui hasta la heladera y deje algo de sushi y unas cervezas en la mesa ratona. Me saque las crocs y me senté en chinito sobre el sillón, luego palmie el sillón así Guido también se sentaba.

-Bueno haber, soltalo...- dijo sentándose a mi lado.

-No es nada importante, sólo estoy bajon-

-Y eso porque?-

-Ya sabes, mi vieja... Y el tema de las fiestas y eso...-

-Ya hablamos de esto, tenés que estar tranquila-

-Es que... Ay no sé, que vida gede tengo- me agarré las piernas y escondí mi cara en mis rodillas.

-Veni- me dijo Guido y cuando me acerque me abrazo y me atrajo mas hacia el, de modo que quedamos abrazados. Me dio un beso en la frente y puso los Simpsons en la tele y comimos sushi.

Narra Guido:
Nos quedamos dormidos en el sillón, así, abrazados.
No entiendo porque me siento tan a gusto con ella, porque me hace sentir tantas cosas, nunca en mi vida en tan poco tiempo una persona me hizo sentir tantas cosas a la vez.
Es tan linda cuando duerme, la miré y tenía el flequillo tapándole la cara y algo húmedo, de estar tan cerca estaba media transpirada.
La aparte un poco y la acosté en el sillón, me levanté, fui al baño y ya eran las siete y media de la tarde.
Me serví gaseosa de la heladera y me puse a ver la tele hasta que Ju despertara, luego de un rato, ya estaba al lado mío sentada y viendo nuevamente la tele conmigo.

-Bueno ya es tarde, tendría que ir yendo...- dije levantándome del sillón, pero una mano me agarró de la muñeca y me detuvo.

-Para Guido, quedate...

-Que?-

-Que quiero que te quedes-dijo ella parandose del sillón. -Quedate a dormir-

-Pero... Estas segura?-

-Si-

-Bueno, para que le aviso a pato que hoy no voy...- agarré mi celular y le mandé un whatsApp. -Y porque de repente querés que me quede con vos...?- di un paso hacia ella

-No se, no quiero estar sola... Y vos...-

-Yo que?- ya estaba muy cerca suyo y nuestras respiraciónes chocaban.

-Vos me haces bien- dijo al fin, no dude en romper el espacio que había entre nosotros y unir nuestros labios en un beso.

Narra Julieta:
No podía guardarmelo, no podía guardarselo a él...
Cuando me beso, sentí como la electricidad corría por mi cuerpo y se colaba en cada pequeña parte de mi ser, como su lengua acaricia la mía y nuestros labios bailaban de la manera más perfecta.
Nuestra sincronía era sin duda la más completa y linda.
Levanto mis piernas y me agarró aupa, de manera que quede a horcajadas de el. Se sentó en el sillob y yo aún seguía aupa.
Nos seguimos besando un largo rato hasta que el beso subió aún un poco más de tono y de un momento a otra ya no tenía ni buzo ni remera, mi corpiño negro de encaje salió a la vista y Guido me miró de arriba a abajo.
Le saque su remera y su pantalón, quedó en un boxer y me saco la calza a mi.
Los dos nos quedamos en ropa interior, me agarró y fuimos de apoco subiendo la escalera y entrando a mi cuarto.
Nos tumbamos en mi cama y yo quedé encima de él, aparto el cabello de mi cara y me siguió besando de una manera mágica
Yo enrede mis manos en sus suaves rizos rubios y gimiendo de placer cada vez que posaba un beso en mi cuello y detrás de la oreja.
Se veía tan hermoso, mierda. Es hermoso.
Y finalmente quedamos sin ropa, noté su erección al instante y el busco un preservativo, me hizo una seña y se lo puse.
Minutos después ya estaba dentro de mi, penetrando cada espacio de mi ser y haciéndome sentir una princesa... Porque seguía siendo el Guido tierno de siempre.
Cada embestida y cada beso que me daba se me guardaban automáticamente en la memoria como datos de computadora.
Me estoy enamorando, que decirles.

-Sos perfecto- susurré a su oído.

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Bueno, bueno, buenoooo! Pero que heavy se puso la cosa!
Y paso, si, solamente pasó.
Ya es el momento, Guido y Julieta se tenían que encontrar y lo hicieron.
Espero que les aya gustado el capítulo de hoy y la sorpresa final que no tenía preparada!
Gracias por el apoyo, las quiero.




LA CABEZA PERDIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora