LA CABEZA PERDI

Mudanza.

Narra Guido:
Ya había llegado el día en el que yo y mis hermanos volveríamos a capital a nuestras respectivas casas. Iba a extrañar una vez más a mis viejos y a mi abuela.
Ay don torcuato querido... Cuantas cosas lindas me diste este verano, en cuatro meses conocí a una chica increíble. Una chica que se adueño de mi corazón. Y estoy seguro, que es con la que quiero estar el resto de mi vida. A veces me siento un poco mal si estoy lejos de Julieta, me hace falta constantemente y también  muchas veces me preocupa que sea así. Tengo miedo de pelear con ella y que no pueda vivir con el dolor de no tenerla a mi lado... Pero prefiero pensar que eso no pasará.
Termine de empacar mis últimas cosas y saque todo el equipaje afuera, el motorhome de nuestras giras vendría a buscarnos.
Después de mucho tiempo íbamos a volver a subir chicas al colectivo, esas chicas eran Julieta y Luz. Obviamente como soy novio de ella, le dije que llevaríamos todas las cosas en el motorhome hasta su nuevo departamento. El mercedes iba a ir enganchado atrás y también llevaría equipaje dentro. Luz iba a venir porque se quedaría una semana con Julieta para también ella adaptarse a su primer año de universidad. Pero al finalizar la semana volvería a Don Torcuato y viajaría en colectivo cada vez que tenga clases.
Llego el motorhome y subimos todo. Me despedí de mis viejos, de mi abuela y de mi primo Alberto. Los extrañaría, ya que ahora dadas por finalizadas la vacaciones sería difícil verlos.
Una vez arriba del transporte le dedique una última mirada a mi casa y al barrio. Le sonrei al aire y no dirigimos hasta el otro lado de la ciudad, para buscar a mi novia.

Narra Julieta:
Esta mañana desperté con todas las pilas, me puse un short blanco y una remera de los stones. Me calze las vans negras y me dirigí al baño. Hice mis necesidades, me higienice y peine y por último me maquille.
Baje las escaleras dando saltos y me tome un café bien cargado con chocolinas. Luz bajo cambiada con un vestidito y crocs y desayuno a mi lado.
Nuestra madre bajo las escaleras un rato después y tomo mates mientras miraba el noticiero.
Cuando se acercaba la hora en la que Guido y sus hermanos pasarían por nosotras, sacamos todo el equipaje afuera. Me puse mis anteojos de sol y salí afuera con Luz a esperar el motorhome.
Mi madre salió con nosotras para poder despedirse.
Un rato después pude ver a lo lejos como se acercaba el transporte negro, una sonrisa se dibujo en mi rostro. Me alise el pelo y la ropa y esperé.
El gran colectivo estacionó y mi madre se acercó a nosotras mientras el chofer cargaba todo el equipaje y enganchaba el Mercedes atrás.

-Hijas... Buen comienzo de año amores, triunfen... Triunfen porque se que son capases- dijo mi madre con los ojos húmedos.

-Gracias mamá- respondí con una sonrisa conmovida.

-Luz...- mi madre se dirigió a mi hermana y la tomó de las manos. -Disfruta esta semana, investiga, descubrí, conoce, busca tu lugar ahí para un futuro próximo y amá- dijo haciendo énfasis en ama y dando un gesto cómplice con la cabeza dirigiéndose patricio.

Luz rió. -Claro que lo voy a hacer mamá, gracias... Te amo- se abrazaron y Pato apareció atrás tomando de la cintura a mi hermana.

-¿Vamos?- preguntó el con una sonrisa. Luz asintió, entrelazaron sus manos y saludo con la mano a mi mamá. -Hasta luego Beatríz- saludó pato a mi madre y se alejaron hasta el motorhome.

-Juli...- esta vez se acercó a mi y apoyo sus manos en mis mejillas. - Te deseo lo mejor para este año hija, estoy tan feliz de que seas diferente... te noto mas viva, mas feliz. Adoro al chico que tenes al lado, y estoy orgullosa de vos. ¿Viste que hizo bien venir acá?- asentí- Te amo mi amor, cuida a tu hermana esta semana y disfruta, mandale saludos a Pia-

-Gracias ma, gracias por todo. Después anda a visitarme o yo me daré una vuelta en un tiempo...- le sonreí y sentí una mano en mi hombro. Era guido.