Amor imposible.

¿Es mi vecino?

Vi entrar a un chico al burger king, su cara se me hacia conocida... Decidí darle una mordida a mi hamburguesa y seguir mirándolo fijamente. No sé si sintió mi mirada pero de repente volteó y se quedó impactado, ¿la razón? Creo que estaba pensando lo mismo que yo.
Terminé de comer y pagué con todo el dinero que traía y salí corriendo de ahí cuando de repente sentí que alguien tiró de mi mano.
—Hey. –dijo el chico con una gran sonrisa.
Decidí hacerme la tonta y preguntarle si lo conocía.
— Disculpa, ¿te conozco?
—Ehm...¿sí? Somos vecinos, duh. Sonará extraño pero...te veo casi todas las mañanas al salir de tu casa justo a las 7:00, ya que vas al colegio me parece.
— Jajaja, vaya...pareces un poco acosador, ¿no crees?
—Sí lo sé pero creeme, no es así.
— Si bueno, da igual, ¿qué se te ofrece?
— Quería saber si algún día podríamos salir a tomar un café o ir al cine. Por cierto, está bien si no quieres, no saldrías con un extraño que acabas de notar su existencia hace unos minutos.
— Ehm... La verdad no lo sé, pero talvez sí. ¿Qué podría salir mal?
Noté que se ponía cada vez más nervioso y soltó mi mano.
—Vale, entonces... ¿podrías darme tu número para ponernos en contacto? –preguntó el chico con más seguridad. La verdad es que no iba a ser grosera y se lo di.
—Mandame mensaje y nos ponemos de acuerdo, ¿vale? Tengo prisa así que, tengo que irme, mm por cierto... ¿tu nombre es?
— Ah sí, me llamo Damian y se pronuncia Deimian. ¿okay? –dijo riendo.
— Está bien Damian, mi nombre es Jade y se pronuncia yeid, ¿okay?
Damian empezó a reír y yo igual, ese chico tenía una hermosa sonrisa la verdad.
Me despedí de él con un beso en la mejilla y fui directo a mi casa.
Abrí la puerta y dejé mis cosas en el sofá, estaba algo cansada, me dolían los pies y tenía los ojos un poco rojos, necesito dormir.
Vibró mi celular, supongo que era un mensaje de Damian.