Palabras

19 1 0
                                    

No me había equivocado, era un mensaje de Damian. La verdad es que me interesaba hablarle y tener una amistad. El hecho de que haya mandado el mensaje primero suma muchos puntos.

* Hola Jade :)

+ Hola Damian, ¿qué tal todo?

* Bien, pero estoy un poco nervioso. ¿Y ?

+ Yo estoy bien, un poco exhausta pero meh, da igual. ¿Porqué estás nervioso? :(

* Ve a recostarte un rato entonces. Pues, voy a entrar a trabajar en unos días en un restaurante.

+ ¿en cuál?

* Kellen Wings.

+ Oh, asi que es de alitas, ¿me regalarás unas?:p

* Claro, las que quieras ;)

+ Suena tentador pero, estaré a dieta pronto, estoy gordaaaa.

* ¿gorda? Pfff, semejante mentira.

+ Jajaja, es verdad, tengo obesidad mórbida.

* Qué mentirosa eres.

+ Poquito.

* Aun así me agradas. <3

+ Y a . <3 :)

* Jajaja, en fin, ¿irás a dormir?

+ , y ?

* Ya, buenas noches linda.

+ Igualmente.<3

Finalmente Damian se había ido y apagué mi celular, estaba muy cansada así que fui a darme una ducha rápida para poder ir a dormir un poco fresca, estaba haciendo algo de calor.

Terminé de ducharme y me puse una camiseta larga y grande para dormir más cómoda y me puse unos shorts y me quedé dormida.

                                     *alarma*
6:00 a.m.

Escuché la alarma de mi celular y todavía un poco dormida apagué el estresante sonido de esta y me di la vuelta. Tenía mucho sueño y con toda la pereza del mundo me levanté de mi cama y agarré mi celular, tenía un mensaje de Damian.

Damian :):
Buenos días Jade, espero tengas un bonito día así como , hablamos más tarde, besos.

Admito que fue un bonito detalle de parte de él y sonriente le respondí:

Yo: Qué bonito encontrar un mensaje así.
Gracias Damian, igualmente, que te vaya bien.<3

No pude evitar no ponerme roja, era la primera vez que un chico me deseaba los buenos días, a mí jamás me dieron detalles de ese estilo, yo siempre era la que lo hacía, dejé de hacerlo porque siempre salí lastimada y pues, ahora que Damian lo hace, se siente bonito.

Casi se me olvidaba que hoy tenía un convivio en el colegio y podía ir de ropa normal, saqué un pantalón oscuro de mi armario y también una sudadera gris con una frase que decía: "Stay forever with me" y me puse mis vans negras.
Bajé a la cocina a desayunar y tomé un yogurth y jugo de naranja, algo ligero porque no tenía mucha hambre.
Me despedí de mamá con un beso en la mejilla y salí corriendo de mi casa porque se me hacía tarde.

Llegué al colegio y tuve mi primera clase de Español. Subí las escaleras para llegar al salón y ya estaban todos adentro.

–Profesor, ¿puedo pasar?

–Sí pero para la otra que vuelva a llegar tarde, se queda afuera.

–Está bien, disculpe.

Pasé caminando rápido y me senté en la primera silla vacía que vi, pude sentir la mirada de alguien, volteé y era Damian, me sorprendí mucho pues no pensaba que iba en este colegio.

–Hola Jade –susurró Damian y sonrió.
– Hola Damian –susurré también y nos reímos en voz baja. El profesor seguía explicando y presté atención pero a ratos volteaba a mirar a Damian.
La sonrisa de Damian era bastante linda ahora que lo vi de cerca, por suerte ya tenía un amigo aquí.

Tocaron el timbre y terminó la clase, salí del salón y Damian aceleró el paso para hablarme.

– Hola linda, ¿leíste el mensaje que te envié en la mañana?
– Sí Damian, fue muy bonito de tu parte, ¿cómo estás? No pensé que estudiaras aquí, cuando me dijiste que ibas a trabajar pensé que ya habías terminado la universidad o algo así.
– Estoy algo emocionado, cuando te vi entrar al salón sentí alivio y no sé porqué, ¿ y enserio? Mmm no, simplemente quiero ganar algo de dinero, además, quiero ocupar ese dinero para algunas cosas.
– Sentí lo mismo, y bueno, al menos no estaré tan sola aquí. ¿Se puede saber qué cosas? –le dije un poco tímida.
–Quiero comprar drogas, Jade. –dijo serio.

*Oh no, no arruines esto, por favor...* –pensé.

– ¿Ah? ¿Hablas enserio? –respondí un poco enojada.
Damian soltó una carcajada y dijo:
– ¡Obvio no tonta! Yo no le hago a eso...aún.
– Ja-ja, muy gracioso, ¿hoy desayunaste payasito o qué? –dije sarcásticamente.
–No, pero al parecer alguien desayunó falta de humor.
– Cállate que casi me da un paro y por poco te mando a la mierda.
– ¿No te gustan las drogas o qué? –dijo riendo.
– Me da igual pero tuve experiencias malas con eso.
– Más tarde me cuentas, tengo que irme a mi clase de Matemáticas.
– Vale, te veo después payasito.
– Adiós malhumorada.
Reí y le mandé un besito y le levanté el dedo de en medio, muy malota yo, lo sé, sólo vi que sonrió y se perdió entre la multitud de personas.

Tuve varias clases aburridas y dieron el timbre de salida y no me topé a Damian en ningún momento, algo extraño.
Algo me dijo que volteara hacia atrás y para mi sorpresa, vi a Damian besándose con una chica, sentí algo en el pecho y creo que se percató de que lo vi y mejor decidí correr y llamarle a mi madre para que viniera por mí.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora