Amor imposible.

Laura.

Estuve pensando en lo que había sucedido con Lau hace unas horas, fue raro que haya querido vomitar, además la noté sospechosa cuando dijo que se comió el sándwich, por algún razón no le creí, supongo que me mentió y por no haber comido se sintió mal, aunque aún sigo teniendo ese presentimiento malo.
Lo peor de todo es que no tengo su número de teléfono para saber cómo está, mañana en la escuela veré que pasó.
Me quedé acostada viendo el celular y platiqué un rato con Damian, estuvo aburrido todo y la verdad es que me había dado celos esa tal Nadia, pero no le daré importancia, son primos. Revisé Facebook y tenía una solicitud de amistad, era de Lau, ¿cómo supo mi nombre en Fb? Acepté inmediatamente y le mandé mensaje, pregunté sobre cómo se sentía.

Jade Collins:
Hey Lau, ¿cómo estás? Quería saber si todo estaba bien :(

Laura Oliv:
Jade, no quiero hablar sobre eso, estoy algo mal aún pero me pondré mejor, ¿está bien? :)

Jade Collins:
Mmm, ¿segura? Me preocupaste mucho.

Laura Oliv:
Estoy segura Jay, gracias por preocuparte, nos vemos mañana, buenas noches :).

*Laura Oliv (activa hace 2 minutos).*

Noté a Lau bastante rara y supe que algo estaba bastante mal con ella pero simplemente no quería decirme nada, empecé a especular varias cosas pero decidí mejor no hacerlo, mañana hablaré con ella a solas y sabré sí o sí lo que le pasa.
Lo que haré mañana será algo exagerado pero cuando siento que algo está mal, realmente lo está.
Lau es una linda chica y bastante alegre, se me hizo raro su cambio de actitud cuando estuvimos saliendo para ir a casa. Espero con todo mi corazón que sólo sea un susto y no algo grave.
Me acomodé en mi cama y me quedé profundamente dormida.

6:00 a.m
Me desperté y estaba sin sueño, encendí mi celular y puse música para ponerme feliz y me vestí para ir al colegio. Desayuné pan con café (para despertar más) y agarré mi mochila y me fui directo al colegio.
Lau me estaba esperando en la entrada y la saludé de beso.
– Hola Lau, ¿podemos hablar después? –pregunté preocupada.
– Sí Jay, ¿sobre qué?–dijo Lau sonriendo.
– Sobre lo de ayer...
– Mmm, está bien Jay, vamos a clase. –dijo Lau e inmediatamente se puso seria.
– ¿Cómo sigues? –pregunté mientras caminábamos para nuestra primer clase.
– Ya mejor, ¿y tú? –dijo Lau cortante.
– Igual... Aunque no parece que estés mejor sabes.
– ¡Basta! ¡Realmente estoy bien! ¡¿No se nota?! –dijo Lau a punto de llorar.
– Oye Lau...no era mi intención hacerte sentir así...
– ¡Dejame en paz! ¡estoy harta! –gritó Lau y se fue corriendo.
– ¡Espera Laura!
Se fue corriendo Laura y entró a la clase dejándome a mí atrás, fui detrás de ella y me senté con ella. El profesor estaba apuntando algo en el pizarron y Lau me mandó un papelito.

"Oye Jay, perdón por ponerme así, no estaba pensando las cosas y la verdad es que no me he sentido bien, hablamos después, tengo que contarte algo..." tenía escrito el papel.
Asentí con la cabeza y le sonreí, creo que ahora lo que más necesita Lau es alguien que la escuche, y yo lo haré.
Pasaron las siguientes clases y por fin era receso, salimos y Lau me jaló del brazo para sentarnos en una mesa alejada de las otras.
– Jay, tengo que contarte algo... –dijo Lau un poco triste.
– ¿Qué pasa Lau? –dije agarrando sus manos.
– Es que...yo... –dijo Lau a punto de llorar y soltó mi mano y se tapó la cara, haciendo que su mochila cayera y lo de adentro de su mochila saliera por todos lados, tenía mucha comida guardada y entre esa comida, el sándwich de ayer.
– Lau...¿qué es esto? –pregunté bastante asustada.
– Es que yo...he dejado de comer y... he vomitado desde hace meses y no puedo parar... –dijo empezando a llorar.
No dudé ni un segundo y la abrazé con todas mis fuerzas y lloró aún más. Con lágrimas aun, dijo en sollozos:
– Tenía que decírtelo Jay, eres la única a la que le he importado en toda mi vida. –dijo Lau tallando sus ojos y bastante triste.
– Laura, siempre voy a estar para ti, no voy a dejarte sola en esto, pero ¿porqué finges ser tan alegre si realmente estás mal por dentro?
– Porque así nadie sospecha que estoy podrida por dentro.
– No estás podrida, simplemente no sabes ver lo bella que eres Lau, ¡estás hermosa joder! Si fuera hombre, definitivamente me fijaría mil veces en ti, y si dejaste de comer supongo que fue porque te sentías bastante gorda pero creeme, hay mejores cosas para dejar de serlo, te estás dañando y muchísimo.
– Como quisiera sentirme hermosa Jay, es muy difícil todo, me estoy poniendo peor.
– Yo te voy a ayudar Lau, ¿entiendes? Juntas haremos que salgas de todo esto, pero tienes que poner de tu parte.
– Sí Jay, no soporto estar así , tengo bastante lastimada la garganta de tanto que he vomitado que aveces ni puedo hablar.
– Pero si siempre estás hablando Lau, ¿cómo no te lastimarás más?
– Eso quiere decir que debo dejar de hablar mucho? –preguntó como una niña pequeña.
– Sí Lau, empecemos por ahí. –reí y Lau me abrazó.
Si no pude ayudar a Mildred, la ayudaré a ella, quiero que se sienta apoyada y que sienta que no está sola en esto.