Empecemos desde cero.

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Llegamos a casa después de haber terminado las clases y hablé con Lau, le pregunté sobre cómo había empezado todo. Era claro que ella sufría de bulimia y la verdad no sé si llamarlo anorexia, pero creo que se podría decir que también sufría de eso.
– ¿Lau? –le dije un poco temerosa.
– ¿Qué pasa Jay?–dijo Laura entretenida jugando en la consola.
– Quiero que me expliques cómo empezó todo.
– ¿de qué?
– Pues...sobre tu problema.
– ... –Lau se quedó callada e hizo a un lado el mando y se volteó a mirarme- Bueno, esto es algo difícil de contar pero... lo haré porque te tengo confianza y no sabes cuanto anhelo que alguien me ayude. –dijo triste y empezó a contarme todo- Todo empezó cuando era pequeña, yo era bastante llenita y pues en ese entonces no me importaba serlo porque realmente me fijaba más en jugar y divertirme, ese tipo de cosas pues, cuando entré a primaria, empezó el infierno. Mis compañeros me molestaban diciéndome ballena, e incluso me golpeaban mientras yo estaba tirada en el suelo rogando para que pararan. Nadie me ayudó, ni siquiera los profesores, sin embargo le contaba todo a mamá y ella me llevó al psicólogo y por fin pude ser fuerte y enfrentar a esos idiotas, la última vez que me molestaron, yo no me quedé callada e incluso ellos se sorprendieron pues me tenían etiquetada como la debilucha. Todo fue muy difícil sin embargo, mi psicólogo y yo pudimos lograrlo, mejoró mi autoestima pero de repente hace meses sentí una horrible sensación, una sensación de querer vomitar toda la comida que ingería y me sentía fatal con mi cuerpo aún teniendo un bonito cuerpo como todos me decían. Hace meses que empezó la ansiedad y cada vez empeoraba porque ya no podía comer nada, mi organismo lo rechazaba y vomitaba. Me lastimé la garganta varias veces por eso. Incluso mi mamá lo supo pero ella hizo todo lo posible para que dejara de vomitar. No funciona nada y hasta ahora tengo que fingir estar bien ante amigos o conocidos y no sabes lo difícil que es.–dijo cabizbaja.
– Wow... Qué fuerte todo lo que pasaste Lau.–dije bastante desanimada.
– Lo sé, pero ahora quiero que me ayudes, quiero empezar desde cero, no quiero dejar de comer ya, no quiero volver a sentirme insegura.
– Te voy a ayudar Lau, te lo prometo, no te defraudaré. –dije y la abrazé.

Nos quedamos en mi casa a ver películas y le preparé comida a Lau, al principio le daban ganas de vomitar pero supo controlarlo y comió un poco.
– Poco a poco comerás más. –la motivé para que no se sintiera inútil.
– Gracias Jay, enserio... –dijo Lau sonriendo otra vez.
– No agradezcas, si es necesario te daré de comer en la boca como una bebé. –dije riendo y ella empezó a reír también, me gustaba verla feliz.

Pasaron dos horas y Lau se fue a casa, hace rato que no hablaba con Damian, me hacía falta hablar con él.

Yo:
¡Hola!
Damian :):
¡Holaaaaa! Te extrañé, ¿dónde estabas?
Yo:
Estaba charlando con Lau en mi casa, y yo también te extrañé, deberías venir a verme :(
Damian :):
A sus ordenes, señorita.
Yo:
Te espero aquí en 10 minutos.
Damian :):
Espera entonces :), te amo pequeña.

¿QUÉEEEEEEEEEEEEEE? ¿ME DIJO QUE ME AMABA? ¡QUÉ! AY DIOS, ¿QUÉ LE DIGO? ¿RESPONDO SARCÁSTICA? ¿ O SOY CARIÑOSA MEJOR?
Yo:
Yo también te amo idiota. <3

PRIMERA VEZ QUE NO LO ARRUINO.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora