Amor imposible.

Capitulo 27

Llegamos a casa y papá llevó sus maletas al cuarto de mi mamá, se sentó en la cama y comenzó a mirar todo, noté nostalgia en su cara. Papá era buena persona, les contaré sobre él.
Se llama Dave, tiene 43 años y es un hombre bastante maduro. Es alto, de piel morena, ojos color avellana y su cabello es totalmente negro, sí, mi padre es guapo. Y pfff, qué decirles de mi mamá.... Eran tal para cual pero aveces las personas necesitan tomar nuevos caminos, y bueno, eso pasó con mi padre. No le tengo rencor, nunca lo odiaría. Sin embargo cuando más lo necesité, no estuvo, siempre fue mi mamá la que se preocupó por mí pero había veces que lloraba porque extrañaba mucho a mi papá. El tiempo que él me cuidó fue bastante sobreprotector. Pero de repente un día discutió con mi mamá y se separaron, me quedé con mi mamá porque ella era la que tenía más dinero y mi papá término yéndose a otro estado, realizando de nuevo su vida.

En fin, quería conocer a mis hermanastros y tal vez podríamos llevarnos bien todos. Sería bonito pasar Navidades juntos, cumpleaños, etc. Tendré que esperar hasta vacaciones, debo ser paciente.
Papá interrumpió mis pensamientos y me preguntó sobre Damian.

–¿Es tu novio, cierto?–preguntó y se puso serio. Su mirada era penetrante y me puse algo nerviosa.

– S-sí, ya te lo había dicho.–dije tartamudeando.

– ¿De dónde lo conoces? ¿cómo pasó? ¿cuánto llevan? ¿porqué están juntos?–preguntó de manera rápida como todo un detective y yo como si fuera la culpable de algún homicidio.

– Es de la escuela, eramos buenos amigos y...pues pasó.–dije y sonreí, me llegó la imagen de Damian a la mente y no pude evitar no sonrojarme.

– ¿Y los detalles?–dijo y señaló con su dedo a lado de él para que me sentara. Hice caso y empecé a contarle. Guardó silencio todo el tiempo pero hacía caras de sorpresa, eso me hizo mucha gracia.

– Wow... Vaya que se quieren, y mucho...–dijo finalmente sorprendido.– Me da buena espina, cariño. Espero no equivocarme.–dijo y golpeó levemente mi hombro mientras guiñaba el ojo.

–Auch, tratame con delicadeza, soy una dama.–dije mientras reía. Una dama bastante varonil pensé.

– Oh sí, lo siento, olvidaba que eras una delicada flor.

– ¿sarcasmo?–entrecerré los ojos.

– Sí.

– Jaja, qué gracioso.–dije seria.– Pero bueno, cambiando de tema, ¿cómo estás? ¿qué tal todo?–pregunté mientras iba por un suéter, empezaba a hacer frío.

– Bien supongo, conseguí trabajo, sigo soltero...–hizo una pausa– pero no por mucho tiempo.

– Wowowow, ¿a qué te refieres?

– Oh, tú sabes... Tu madre y yo, juntos otra vez...

– ¿hablas enserio?

– Sí cariño, aún no he dejado de amar a tu madre.

– Pero si tanto la amabas, ¿porqué la dejaste?

– Porque ella se merece algo mejor, alguien que de verdad la haga sentir amada, ella ya no me quería, Jade, ella quería que la dejara.

– ¿Y la dejaste para que fuera feliz?

– Así es.

Sinceramente eso me partió el corazón, aún podía ver el brillo en sus ojos de ambos cuando se vieron.

Algo me dice que mi mamá aún lo ama. Bien dicen que tu primer amor es aquel que su recuerdo te duele, a mamá le dolía recordar a mi padre.

¿Será?