Supera y olvida.

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Estábamos Damian y yo en el almuerzo cuando a mi lado pasa Laura y por "accidente" me tira su jugo y todo cayó sobre mi pantalón. Inmediatamente me levanté y se hizo para atrás, me empecé a reír por su reacción y le pedí que se largara antes de que le diera un puñetazo que iba a recordar toda su vida. Me dijo que no y la empujé, todos miraban la escena.

– En primera, no me toques, ¿entendido? Y en segunda, no me voy a largar, ¿Me obligarás a hacerlo?–dijo Laura riendo a carcajadas.
– No pero lo que sí voy a hacer es darte tu merecido.–sonreí y estaba a punto de darle un golpe pero alguien me detuvo. Damian me separó y a ella también la separaron. Me quedé con las ganas de golpearla para que dejara de meterse conmigo.Lo bueno fue que a ambas no nos dijeron nada, fui al baño y me limpié, en mi mente maldecía a Damian por separarme. No me iré de esta escuela sin antes darle un buen golpe, aunque no creo que sea precisamente una pelea, ya veré como hacerlo.
Damian estaba esperándome afuera.
– ¿Estás bien? –preguntó y me revisó si no tenía heridas, algo ilógico porque ni nos agarramos a golpes pero me pareció tierno.
– Sí, sólo tengo manchado el pantalón pero ya me limpié.–bufé y acomodé mi cabello en una coleta.
– Eres una chica mala, me gusta. Pero no quiero que te pelees a golpes con esa tipa, ¿okay?
– Si no me deja en paz, no prometo nada.–dije y sonreí, tomé mi mochila y regresamos a clases, a ambos nos tocaba Ciencias, llegamos tarde y de castigo nos pusieron a adornar el salón con cosas de Halloween.

– Pasame los murciélagos.
– Ven por ellos. –dije mientras pegaba con diurex algunas telarañas.
– PORFAVOR, ESTÁN A UN LADO TUYO.
– Dilo otra vez.
– Porfavor Jade.
– No. –reí y él sólo me fulminaba con la mirada.

Terminamos de adornar y la verdad es que quedó bastante tenebroso el salón, pusimos telarañas en la entrada y en el techo murciélagos colgando y en las ventanas pusimos tela negra para que estuviese algo oscuro. Como los de la escuela son muy  maricones seguramente se asustarán. Al salón entró una chica bajita, piel blanca, cabello corto y bastante bonita.
– ¿Este es el salón de ciencias? –preguntó la chica.
– Así es. –dijimos al unísono Damian y yo.
– Okay, ¿les ayudo? –preguntó y dejó sus cosas en la mesa del profesor.
– De hecho ya estábamos terminando, gracias, ¿tu nombre es...?
– Alexandra, pero díganme alex.
– Bien Alex, bienvenida al salón del horror, MUAHAHAHA.–dijo Damian mientras hacía voz de científico loco y ambas nos quedamos calladas. Dejó de hablar Damian y nos reímos a carcajadas.
– Disculpa el retraso de mi novio.
– ¿Es tu novio?
– Sí.
– awww, hacen bonita pareja –dijo alex.
Oye... ¿tú no eras la chica que iba a golpear a otra en el almuerzo?
– Gracias y sí, ¿por?
– Nada, me hubiera gustado que le hubieras dado su merecido, se la pasa molestando a medio mundo, por eso desde un principio nadie le habla.
– Pensé que eras de nuevo ingreso.
– No, solamente que no hablaba con nadie y bueno, decidí ser social.
– Bien, y sobre Laura, es irritante y bueno, yo creo que por eso está sola.
– Sí, me cae muy mal.
Me quedé un momento pensando, ¿debería hablar mal de Laura con Alex? ¿Y si va de chismosa a decirle? Mejor no.
– Bueno Alex, un gusto conocerte, nos tenemos que ir ya, bye.–nos despedimos de Alex y Damian y yo decidimos ir a mi casa a ver películas de terror.

–¿Cuál quieres ver?–dijo Damian revisando la caja donde había cd's, películas y demás.
– Mmmm, El payaso eso.
– Deja la pongo. ¿No te da miedo? –dijo y puso el cd.
– Sí pero de eso se trata.
– Miedosa.
– Ajá y?–dije pellizcándolo.
- ¡Auch!
– Ya empezó SHHHHH.–dije tapándome con las cobijas.

Estábamos acostados y agarré la mano de Damian porque me ponía nerviosa, de repente se fue la luz, nos quedamos a oscuras y se escuchó un fuerte ruido.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora