Fue pura casualidad terminar ahí, cruzar por ese viejo estacionamiento era un atajo a tomar mientras esperaba que la lluvia parara, pero termino siendo mucho mas que eso...
Termine ayudando a un par de chicos, ya mi misma... A salir de la oscu...
Estaba el día siguiente en la universidad. Faltaba menos de unos meses para graduarme y sacara mi diploma de mercadeo y publicidad.
Al terminar salí de la universidad, ya había presentado mis pruebas y el día siguiente me dirían mis notas que seguramente estarían en una de las mas altas.
Mientras caminaba por el camino para ir a casa, me detuve bruscamente al oír un especie de "clic". Me detuve para ver a mi alrededor con cierta duda, aunque ya tenia mis sospechas de quien podía haber sido, di unos pasos rápidos hasta llegar al final de la calle, y tras un árbol salio mi querida amiga: Nichole.
Salio sorpresivamente, haciendo que me asustara y diera un pequeño brinco mientras ella reía.
-Sorpresa,-dijo ella de forma infantil mientras reía-.
Nichole era mi amiga desde hacia un buen de años, y siempre había estado ahí para mi, pero en la universidad nos fuimos por carreras diferentes, ella por fotografía y yo por mercadeo; era esa típica rubia americana, pero no era tonta como los estereotipos dejaban ver la mayor parte del tiempo.
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- Nichole Susana,-comente mientras me recuperaba del susto- ¿que sucede contigo, mujer? ¡me das un susto del infarto!-reproche mientras la veía molesta-.
- Ow, lo siento mucho, sabes que me gusta tomar fotos en el momento adecuado.-Respondió ella con tranquilidad- ademas, esta foto salio muy bien.-Dijo para acercarse y mostrarme la foto que me había tomado- ¿no crees?.
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Vi la foto mientras asentía, aun seguía molesta por el susto.
- ¿Sabes? han pasado varios años, pero sigues conservando ese estilo rudo de cuando eramos adolescentes, mas jóvenes.-Dijo mientras veía la foto con una pequeña sonrisa, luego alzo la vista y noto mi rostro, el que aun seguía con el ceño fruncido-. ¿Que pasa?, ¿quieres que me disculpe?.
- Si, eso me gustaría mucho.-Respondí para cruzarme de brazos mientras la veía con molestia-. Sabes que tengo trauma en este tipo de lugares.
Ella solo se disculpo y me abrazo; lo que había pasado años antes, fue que un imbécil ebrio había intentado abusar de mi pero, por cosas del destino no logro hacerlo, desde entonces evito en lo máximo evitar callejones y calles estrechas.
