La chica de los audífonos

Capitulo 12

Charlotte:

Estos dos cavernicolas me quieren llevar a que me asesine. Entramos a una puerta que supuesta mente esta cerrada, pero no se como que el amigo de Ethan pudo abrir en un abrir y cerrar de ojos. Llegamos a la cornisa del colegio que se puede presencial todo el recinto y el amanecer de la mañana se ve espectacular, se combina todos los colores que a mi mas me gusta. Me siento en la orilla de la cornisa dejando mis piernas en el aire y sintiendo todo el aire en mi rostro, me hace sentirme libre por primera vez en mucho tiempo.

-Me encanta este lugar, esta tan tranquilo siempre y te hace sentir el rey del universo.

-Tienes razón te hace tener el control del universo.

-Eres inexplicable.

-¿Como?

-Eres incomprensible. No te puedo entender, te he visto todos los gestos que haces, tu forma de tararear tu canción favorita o como achicas tus ojos cuando no entiendes que habla el profesor o tan simple cuando estas tranquila en tu persona. Eres la primera chica que me vuelve loco por entender y tu tan solo no me dejas acercarme a ti, ¿Por que te da miedo que te conozcan?

-Tengo miedo que me conozcan realmente, que conozcan mis secretos y inseguridades o las cosas que me hacen feliz. Porque esas personas van tener un poder sobre mi para cuando quieran dañarme, sabrán como hacerlo en el momento indicado. Es mas fácil esconderse y no hablar sobre ti que sufrir por situaciones que podías controlarlo. Y por chicos como tu.

-Como chicos como yo.

-Esos chicos que tiene todas las chicas en su palma y que están babeando por ustedes por cada paso que van. Los que se arreglan para impresionar, lo que no le importa nada mas que en si mismo. Esos chicos que jamas le gustan el compromiso, tan solo la fiesta y las chicas. Por eso no te dejo que te acerque a mi porque me vas hacer daño como lo hacen ustedes.

-Sabes tu no me conoces y te lo juro Charlott que te demostrare que no soy unos de esos chicos.

Nos quedamos un buen tiempo en silencio. Ninguno de los dos hablamos, solamente nos quedamos viendo el amanecer y sumergidos en nuestros pensamientos. Sinceramente he creído en sus palabras, pero no voy a caer en su juego de cambiar mi perspectiva. Si el intenta cambiar mi objeción de el no se que diría, pero como el no le gusta los cargo o lo que sea que tenga que hacer su esfuerzo no lo hará.