Capitulo 63

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Charlotte:
Siento algo que me molesta, pero si abro mis ojos me va a doler más. Intento encontrar un lugar cómodo para seguir durmiendo, pero ninguno es conveniente. Si que no me queda más opción que abrirlos. Una...dos...y tres.

Puedo darme cuenta que la luz de mi ventana era la que me molestaba, pero también me duele mi cabeza como si veinte cuchillos me presionaran fuertemente. Tomó una almohada y me cubro mis ojos, pero no funciona. Pero lo que nunca me di cuenta es qué hay un bulto en mi cama, me giro y me sorprendo.

Es Ethan, está de espalda a mí y puedo presenciar su hermosa y ancha espalda.  Tiene un color mate que hace que con la luz de la ventana brille y me hace tocarla con mis yemas cada parte de su cuerpo. Me quito rápidamente ese pensamientos.

-¿te gusta lo que vez?

-¿hace cuando estabas despierto?

-Cuando me di cuenta que me estaba observando con detenimiento mi espalda.

-¿que hice anoche?

-Muchas cosas.

-¿Pero que cosas?

-Cono por ejemplo hicieron una competencia con mi hermana quien vivía más y obvio que ganaste tu. Después me dijiste que te llevará como princesa y eso hice, pero a mitad de camino te bajaste de mis brazos y cantaste muchas canciones.

-uau, nunca pensé que yo haría algo así.

-Tampoco yo.

-¿Necesito algo para este dolor de cabeza?

-Ve al baño y busca en el botiquín si hay unas pastillas.

-gracias.

Le digo antes de dirigirme al baño más cercano qué hay aquí y es cerca de la habitación que dormía Ethan anoche. Cuando llegó puedo ver April buscando lo mismo que yo. La observo y puedo ver que está un desastre. Tiene todo su cabello desordenado en una coleta, su maquillaje corrido, pero sus ojos están igual que siempre. Nunca me he dado cuenta que sus ojos nunca lo he visto antes, porque son azules clarísimos con unos destellos de verdes son hermosos y no son parecidos a Ethan.

-tú.

-¿Que pasó?

-Pasó que me ganaste.

-Lo siento.

-No tranquila.

-Buscando algo para la resaca.

-Sip.

-Toma.

Me entrega una pastilla blanca y me la trago sin agua porque me duele la cabeza como un demonio.

-Gracias.

-Por nada.

Me dirijo hacia la habitación. Cuando llegó camino lentamente y me tiró encima de él con toda la fuerza que tengo. Se queja al principio, pero al darse cuenta que soy yo se relaja.

-¿Que te pasó?

-Estoy feliz.

-¿Y porque tanta felicidad?

-Por que me di cuenta que me haces ser feliz.

Sin esperar que hable lo beso. El beso es delicado como si Ethan quiere grabarse cada parte de mis labios y yo conservar el sabor de sus labios en los míos. Y me doy cuenta que este chico me tiene locamente enamorada.

La chica de los audífonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora