Capítulo Once (Parte Uno)

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Un Rey no dejaba llevar por sus emociones.

Jamás.

Las miradas de todos los presentes en el salón de baile estaban sobre mí, todos ellos pendientes de mis acciones y palabras. No podía soltar un gruñido hacia mi padre, o simplemente salir corriendo en busca de América.

Lastimosamente aquello no estaba dentro de mis prioridades ahora mismo.

Tal vez sería mejor dejarla ir. Todo lo que podía ofrecerle yo era dolor y un segundo lugar que para un corazón cálido como el de América... no valía nada.

¿Amar te hace egoísta? SI bien el sentimiento es compartido entre ambos, siempre querríamos tenernos solo para poder sentir aquellas sensaciones gloriosas dentro del pecho. Creo que ambos sabíamos que nos haría daño tarde o temprano.

Ella se merecía todo lo que un hombre libre podía ofrecerle. Tenía derecho a casarse con un bonito vestido, a amar a su marido todas las noches sin tener que compartirlo, a criar de sus hijos y verlos crecer mientras ellos la llenan de palabras de cariño.

Yo jamás sería suficiente para aquello.

Nací dentro de un mundo maldito y lleno de prejuicios. No tenía nada más que una corona y el peso de millones de vidas sobre mis hombros. No podría amarla todas las noches, y ni podría permitir que mis hijos la vieran todos los días.

¿Por qué me permití albergar en mí tanta esperanza? ¿Por qué esperé tanto a darme cuenta?

Estaba ciego de emoción y pasión.

Tal vez hubiese llevado a América el dolor más grande de todos, si tan solo se hubiese quedado un poco más la hubiese convertido en una simple dama de compañía.

Todo acabaría de la misma manera... Ella yéndose con los brazos vacíos.

No cambié mi expresión en el rostro durante toda la fiesta, pero durante cada hora que pasaba sentía de nuevo aquella sensación de orfandad. Pareciera ser que todos los leños del pueblo no serían suficientes para llenar de calidez mi ánimo y mi alma.

Si, yo siempre debía de renunciar.

La fiesta terminó pronto, y los invitados se marcharon demasiado lento como para poder acompañarlos a todos.

Mamá parloteaba algo extasiada luego de tanta bebida, entonces decidí que debía ayudarla a llegar a su habitación, teniendo en cuenta que mi padre ya había llegado a su alcoba horas antes.

Caminé por los pasillos llevando la mano de mi madre entre mis brazos. Ella solamente se daba pausas de sus charlas con un leve bostezo, y seguía comentándome sobre lo mucho que odiaba a la reina de Inglaterra por no haberla invitado a su boda de oro.

Sencillamente era el alcohol quien hablaba por mi madre en aquellos momentos.

Nunca respondí a ninguna de sus palabras.

―No te pongas triste, cariño... ―murmuró de repente. Sentí como su agarre en mi brazo se fortaleció mientras sus ojos me regalaban una mirada perdida.

―No lo estoy―negué.

―América no se irá de aquí si tú se lo pides.

― ¿Podría ser tan egoísta, madre?

EL dolor agudo en el pecho volvió a nacer en mí mientras repetía mis pensamientos una y otra vez.

―Maxon... No sería-

―Madre, no tengo nada que ofrecerle―sentencié.

EN cuanto acabé la frase ya habíamos llegado a las puertas de la alcoba que le pertenecía a ella. Me soltó el brazo y entonces tomó el picaporte para dejarme en los pasillos, solo. Por un momento creía que iba a hacerlo, pero de pronto giró sobre sus talones para mirarme con una sonrisa.

―Hijo. Tenerla nunca será egoísta porque se aman; ella te necesita tanto como tú a ella... Tienes más que un palacio para ella. Estoy segura de que no desea coronas o joyas, solo quiere tu corazón―murmuró.

Su mirada llena de sinceridad me hacia sospechar de ella. ¿Habría estado hablando con América? ¿Por qué de repente parecía conocerla tanto? SI era cierto que la última vez también me había hablando de ella, pero lo había tomado como un comentario más.

―Madre... A veces con eso no basta―susurré―América merece un hombre que la pueda tener a su lado sin perjuicios ajenos.

―Tal vez lo único que América necesita es sentirse querida luego de tanto tiempo sola...

Y entonces dejó un beso en mi mejilla para luego cerrar las puertas con delicadeza. 

Sin (A Kiera Cass Novel FanFiction) #WWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora