Capítulo Doce

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Abrí los ojos inmediatamente y entonces descubrí a una mujer de melena pelirroja frente a mí. Sus ojos, aunque la habitación estuviera oscura, perecían brillar de alguna emoción que parecía carcomer todo dentro de ellos.

―América―murmuré con asombro.

Su pequeña mano en mi pecho, empezaba a dar vueltas acariciando sobre mi traje. Perdí la respiración solo un momento mientras noté su mirada amenazante sobre mi cuello... ¿Estoy soñando? Esto es demasiado.

―Mi Rey...―susurró con una sonrisa y la voz ronca.

Sus labios dejaron de sonreír para posarse sobre mi cuello. No besó, solo se mantuvo allí al mismo tiempo que sus manos se enredaban detrás de mi cuello. Su cercanía despertó en mí la lujuria contenida durante tanto tiempo, sentí como solo una fina tela de dormir cubría sus pechos que estaban algo endurecidos contra mí.

Esto no puede estar pasando de ninguna manera. Contrólate Maxon...

― ¿Qué haces?―mi voz sonaba profunda y grave.

No me dio tiempo de decir más antes de que sus labios subieran hasta los míos y ella los besara con dureza.

Me quedé paralizado durante unos instantes y luego me separé un poco para mirarla a los ojos.

¡Diablos! ¡Si que estaba muriéndome de deseo ahora mismo!

Sus labios enrojecidos por el desesperado beso, sus manos en mi cabello y su cuerpo contra el mío. Era todo lo indicado en la receta para que yo terminara muerto de lujuria.

Pero en el fondo... Algo me decía que esto no lo haría ella.

― ¿Qué demonios pasa, América? ¿Qué es-

No me dio tiempo de terminar la oración ya que dejó caer su fino camisón al suelo, desvelando su figura ante mí. Su inmaculada piel brillaba tan solo con la poca iluminación que daban las brazas calientes.

Era como ver a una ninfa.

No pude terminar el recorrido de mi mirada indecente a través del valle de sus senos hasta su rostro. No, ella se abalanzó de nuevo contra mí y tiró de mi chaqueta con poca delicadeza.

¿De verdad podría ser América Singer frente a mí?

―América...―traté de murmurar alguna frase con la poca cordura que me quedaba.

Ella empezó a desabrochar los botones de la camisa con impaciencia. Sus dedos rozando mi piel... Me volvía loco. Estaba completamente endurecido y perdido en mi lujuria. Cerré los ojos saboreando el éxtasis en tan solo unos segundos.

Cuando la camisa estuvo fuera de su camino, sentí como sus dedos temblaban contra mi piel. Aunque no fuera la primera vez que me viera. Tenía las mejillas completamente encendidas cuando alzó su mirada ante mí.

Solo al verla pude saber que era realmente ella. Estuve segura solamente cuando sus ojos llenos de valor se desnudaron ante mi contemplación.

Ella se apegó a mi torso desnudo. Su desnudez estaba envuelta en el calor de la habitación y mi pecho descubierto. Por un momento, ella pareció esconderse allí mismo. Su rostro quedó a la altura de mi barbilla mientras su respiración se volvía irregular.

―No puedo c-creer esto, Maxon―murmuró agitada.

No, yo no lo puedo creer―quise decirle.

Mi cuerpo simplemente no respondía. Parecía ser que si la tocaba, ella se desvanecería en mis brazos. Reposé mi barbilla sobre su cabello, y no pude contenerme demasiado tiempo antes de abrazarla y depositar un beso entre sus mechones pelirrojos.

Sin (A Kiera Cass Novel FanFiction) #WWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora