Un comienzo interesante.

1.7K 77 34
                                    

No podía con la presión, por lo que dejé la respuesta en blanco. No parpadee con la intención de imaginarme a mí en el futuro.

"¿Cómo te imaginas a ti dentro de 10 años?" Estaba escrito en la hoja y no tenía respuesta alguna. Claro que me veía como un arquitecta profesional, diseñando mis planos y bocetos de una ciudad entera, pero la pregunta no se refería a mi vida profesional. Quería saber de mi vida social.

Volteé a ver a Piper, mi mejor amiga. Ella escribía con media sonrisa en los labios hasta que notó la presión de mi mirada en ella. Estaba en seco, no sabía que responder.
—La última pregunta... —susurré. Segundos después ella volteó.

—Es muy fácil, Annabeth. Sólo imagínate y anótalo —susurró sarcástica. Ella sabía bien mis dudas sobre el futuro, de cómo no tengo el control sobre él. Iba a susurrarle hasta que la señora Dodds gritó:

—Supongo que no entendió las indicaciones, señorita Chase. ¡En silencio e individual!

Refunfuñé y volteé a la hoja de mi examen de Tutoría.
Minutos después sonó la campaña y todos a fueron saliendo. Dejé la pregunta en blanco mientras guardaba mi estuche azul, puse la mochila en mis hombros y caminé a la puerta. Con la señora Dodds esperando a mi examen. Ella lo recibió con desagrado y traté de no mostrar alguna expresión de vida en mi cara.

Mientras veía mi exámen noté el mal delineado de sus ojos, algunas arrugas llenas de maquillaje sudados, su boca tenía un labial rosa que se le corría por la comisura y sus dientes estaban manchados del color. Masticaba un chicle dejando el olor de muchas tazas de café y cigarro. Oh, y un ligero toque de menta. Piper estaría dispuesta a darle un nuevo look a la señora Dodds, pero ella se ofendería y restaría puntaje a su calificación.
Evité con todo lo que pude no ser obvia y salir de allí lo antes posible.

En los pasillos me encontré con mi amiga retocando su labial el el reflejo del extintor. Reí al verla de tan chistosa de esa manera.
—Tengo que lucir bien para Jason —dijo ella y yo rodeé los ojos. Es muy estúpida la manera que un chico te hace cambiar—, hoy en la noche hay fiesta en su casa, te invitó a tí también por sí quieres ir.

La miré sorprendida.
—¿Jason? ¿Invitarme? Lo dudo. Ningún chico me conoce y menos a alguien quien le quitaría a su hermosa Piper —dije juguetona, el sarcasmo corría por mis venas. Ella dió una leve carcajada y caminamos a nuestros casilleros. Sonaba bien algo de diversión y volver a ver a Thalia (hermana de Jason y una buena amiga) pero ella es impredecible, casi todo el tiempo se la pasaba fuera de clases con Luke, y tampoco me gusta cuando se trata de fiestas con alcohol, aparte era mitad de semana y en plena época de exámenes. Nunca me lo permitiría.

—Sigue la clase de deportes —avisó Piper.

—Creo que me voy a la biblioteca —fingí demencia.

—Anda, va a ser divertido —dijo fingiendo una sonrisa, ambas recordamos la clase pasada y no me gustó ir a la enfermería. Ella bufó una risitas y caminamos por el pasillo con una multitud de personas acumuladas, algo había pasado con los trofeos de la escuela. Pero todos celebraban y no dejaban ver lo que había en el centro. Se escuchó la voz del director Dioniso (o director D) callando a todos.

—¡ME ES UN HONOR TRAER A CASA UN NUEVO TROFEO DE PRIMER LUGAR EN NADADO POR EL SEÑOR JONSHON! —todos murmuraron algo indescifrable, como una duda en masas—, ¡ME REFIERO AL SEÑOR JACKSON!
Todos gritaron y celebraron mientras que se iban.
Quería ver a ese tal Jackson pero un jalón de brazo por Piper me dejó viendo a sus ojos con forma de caleidoscopio.

—Faltan cinco minutos, hay que apurarnos —dijo y el alma se me vino a los pies. Puede que odie deportes pero yo nunca llego tarde a ninguna clase. Tomé fuerte la mano de Piper y corrí entre los espacios de gente para un atajo. Giró a la izquierda, dos a la derecha y si teníamos suerte, el conserje Bob nos dejaría entrar por la puerta del servicio que daba a un compartimento secreto de los vestidores de chicas. Suena muy acosador pero me explicó que antes era una vía de escape si había un desastre natural.

La decisión de AnnabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora