Capítulo 13.

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Allí estaba él, llorando apoyado en la pared.

+Álex...¿por qué lloras?

-Ana, no es nada, son cosas mías.

+Sabes que tus cosas son mis cosas, y que tus problemas son mis problemas. No quiero que estés así, no te lo mereces.

-No te quiero deprimir a tí también, además ya se me ha pasado.

+La próxima vez cúrratelo más.

No hubo respuesta, no hubo manera de que me contara qué le pasaba.

+¿Quieres que me vaya?

Me giré para girar el pomo de la puerta e irme, hasta que su voz me detuvo.

-Nunca. Por favor, no me dejes solo.

Me giré lentamente y le di un abrazo con todas mis fuerzas.

+Eso tenlo por seguro.

-Debo contarte algo...

Las idiotas también se enamoran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora