Capítulo 20.

71 1 0
                                    

Eran las 00:45 y nos sentíamos un poco cansados, había sido un día lleno de altibajos y necesitábamos descansar. Fui a coger el pijama, pero recordé que estaba en la lavadora. "¿Y ahora qué hago yo?" susurré sin saber qué ponerme para estar cómoda.

-Ana, ¿quieres dormir conmigo?

Suspiré y acepté.

-Si no quieres dormir conmigo dilo...no pasa nada.

+No, no es por eso Álex, es que me acabo de acordar de que el pijama está lavándose.

Álex sacó una camiseta gris de Toad, uno de los sirvientes de la princesa Peach y me la ofreció. Fui al cuarto de baño a ponérmela y hacerme un moño deshecho para poder dormir mejor. La camiseta me quedaba bastante grande y no hacía falta ponerme el pantalón, la camiseta me llegaba a las rodillas. Me encantaba como me quedaba, y olía a él, eso es lo que más me gustaba. Salí del servicio y fui a la habitación de Álex, él se estaba poniendo una igual que la mía, pero tenía una seta de vida extra. Hasta con el pijama estaba guapo. Nos tapamos con una sábana y dos mantas que eran muy calentitas, ¡Brrr, me quedaría en esa cama toda mi vida! Álex apagó la luz, me cogió de la cintura y seguido de un buenas noches, pequeña, me besó.

Las 11:58 de la mañana y ésta vez me llamó él a la puerta. Abierta la puerta me dio un beso y me dijo:

-Buenos días marmota, ¿has dormido bien?

+Buenos días Álex, contigo siempre dormiré bien.

-Ains pero que mona, te he traído el desayuno.

+Alaaaa, no hacía falta, gracias.

-Te he traído tu desayuno favorito, gofres, churros y chocolate.

+¿Cómo sabes que...?

-Tu prima te conoce bien.

+Ja ja, ya. ¿Te vas a sentar? Porque me estás poniendo nerviosa.

-Me siento porque tú lo dices, eh.

+Te lo ordeno.

-¡Oyeee!

+Que es broma tonto, va, siéntate.

-Lo sé, boba. A la tarde salimos de casa.

+¿Para qué?

-Ya lo verás.

+Me vas a dejar con la intriga.

-Sí .- seguido de un beso.

Después del desayuno me duché mientras Álex jugaba al Candy Crush. ¡Cómo odio ese juego! Él se duchó después de mí y cogí mi móvil. 2 WhatsApps y 4 interacciones en Twitter. Contesté a todo, me sequé el pelo y me vestí. Álex entró a la habitación y yo bajé a darle los buenos días a Katrina y a Sergio.

+¡Buenos díaaaaas parejita! .- dije mientras bajaba las escaleras.

-¡Buenos días risueña perdida! Que feliz te has levantado hoy, ¿no?

+Yepp, ¿por qué no iba a estarlo?

-Buenos días Ana.- dijo Sergio después de darle un gran sorbo al café.

+¡Hoy váis a tener la tarde para vosotros solos! Álex y yo nos vamos, no sé dónde, pero nos vamos.

-Guay, que lo paséis bien.

Mi prima y Sergio se quedaron hablando mientras terminaban de desayunar. Yo me senté en el sofá, en frente de la chimenea y le pedí a Sergio que la encendiera, que a mí me daba miedo.

Álex bajó a los 15 minutos aproximadamente y se sentó a mi lado. Se podía escuchar la lluvia tan fuerte que caía. Miré a Álex con preocupación y me sonrió diciendo que para esa tarde ya no llovería. Le devolví la sonrisa y le di un pequeño beso.

-¿Nos vamos a jugar? Estos días de lluvia apetece estar abrazado a mi novia, tapados con una manta mientras jugamos a One late night juntos.

Pensé que no consideraría que somos novios. Novios, suena raro hablando de la relacción que teníamos Álex y yo. Después de unos segundos asentí con una gran sonrisa. Subimos a la habitación, encendió el ordenador y nos acurrucamos en la cama.

Horas jugando y no nos cansábamos de estar así, hasta que Katrina llamó a la puerta.

-Parejita, vamos a hacer la comida.

+¿Cómo que parejita? ¿Tienes pruebas de que seamos novios?

-Solo hace falta veros.

+Ahora bajamos.

Dejamos la partida en modo Pause y bajamos a preparar la comida. Filetes con salsa bechamel y fresas con nata.

Después de comer nos lavamos los dientes y terminamos la partida de One late night. Si llego a estar sola me da algo.

Nos asomamos a la ventana y vimos que ya no llovía, así que nos vestimos y nos fuimos afuera.

Las idiotas también se enamoran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora