Se dirigió a la cocina a hablar conmigo. Parecía importante.
-Buenos días Ana, ¿estás mejor?
+Buenos días, supongo que te refieres al tobillo. Bueno, bastante bien, no me duele ya menos mal.-Sonreí.
-Me alegro patosilla, jajaja.
+Eres tonto eh, te voy a...
-¿Me vas a qué? Me cortó él.
+Te voy a dar una hostia.
-Ah, ¿sí? Empieza.
+Oye, ¿qué te crees que no soy capaz?
-No.
+Bueno mira, tienes razón, no soy capaz, y ahora déjame que termine de hacer el desayuno.
-Lo sabía tonta. Ahora vuelvo, me voy a dar una ducha.
Acto seguido me besó la mejilla, por muy raro que parezca. Me quedé como OMG qué acaba de hacer este chico, ¿me ha besado la mejilla o todavía estoy durmiendo? ¿Y qué hago hablando sola? Ana, qué idiota eres.
Le llevé el desayuno a Sergio, esto ya tenía mejor pinta. Aunque mejor pinta que una tostada quemada puede ser cualquier cosa.
-¡PRIMAAAAAA PRIMAAAA! ¡NOTICIAS!
+Per...
-Your madafaca se va de vacaciones y te deja a mi cargo, guay, ¿no?
+¿Mi madre? LOL y no me avisa. Pues claro que me parece guay gili, jajajaja.-Dije mientras subía las escaleras.
Me encerré en la habitación donde había dormido esa madrugada y como no tenía nada que hacer me puse a jugar al Minecraft mientras esperaba a que saliera Alex del cuarto de baño.
Cerca de las 10:00 vino mi prima saltando por el pasillo, se escuchaban lo trotes.
-Anita Bananita, te tengo que decir algo que puede que te caigas un poco pa' trás.
+Te he dicho mil veces que no me llames así, Katrina Sacarina. A ver, cuéntame.
-Sergio me ha confesado algo.