-Ains, pero qué tonta, que se ha puesto roja como un tomate.
+No, n...no me he puesto roja, qu...qué dices.
-Que sí, que te has puesto roja, jajaja.
+Que no, que soy así.
-Anda ya, que excusa más mala.
+¿A que mueres?
-¿A que mueres tú primera?
+¿A que no?
-¿A que sí?
Me empezó a hacer cosquillas, empecé a hacerle cosquillas y eso era una guerra.
+Jajaja para, ¡que tengo muchas cosquillas!
-No pienso dejar de hacerte cosquillas hasta que me des un beso.
+Pues no pienso parar de hacerte cosquillas, tú paras y yo paro.
-Pues te beso.
+Pues no me dejo.
-Pues te como.
+Pues no me dejo.
-Pues te quiero.
+Pues yo también.