Capítulo 14.

98 2 0
                                    

No tenía ni idea de lo que me iba a contar a continuación así que le miré atentamente a los ojos y le cogí la mano para que supiera que fuera lo que fuese, estaría ahí con él para ayudarle.

-Verás Ana...yo tenía 7 años cuando todo esto ocurrió. Mis padres estaban algo cambiados, no eran los de siempre. Cada cierto tiempo me dejaban en casa de mi tía, nunca me dijeron el por qué y cada vez me deprimía más. Pasaron horas, días meses...y que me cuidara mi tía se convirtió en costumbre, hasta que un día cambió mi vida completamente. Estaba en mi habitación, sentado en la cama dispuesto a coger mi pelota y salir al jardín, pero fui interrumpido por mi padre. Me dijo que tenía que hablar conmigo, era importante. Lo miré esperando escuchar aquello que tan intrigado me tenía, vi que estaba tembloroso, muy tembloroso y con lágrimas que empezaron a salir me dijo una frase que me marcó para siempre. ''Hijo...tu madre se ha ido, para siempre'' Mi madre tenía un tumor cerebral; eso lo explicaba todo. Los días en casa de mi tía le tocaba revisión, el cambio entre mis padres, el por qué me daba un abrazo antes de irse, esos ''te quiero cielo, que no se te olvide nunca''...Mañana hubiésemos preparado mi padre y yo su sexagésimo cumpleaños y ver que no es posible...

Se me saltaron las lágrimas al saber todo eso, no me esperaba tal noticia.

+Álex yo...lo siento muchísimo- dije dándole un cálido y largo abrazo.

Le sequé las lágrimas mientras le sonreía. Me devolvió la sonrisa y me preguntó que si podía acompañarle a visitarla. Acepté y le di un beso en la mejilla.

Salimos de aquella habitación con la sonrisa en el rostro, él sonreía y yo sonreía al verle así. Nos dirigíamos al sofá, hasta que vimos algo que nos sorprendió. ¡Sergio y Katrina se estaban besando! Daba gusto verlos tan felices. No quisimos molestar, así que yo fui a darme una ducha mientras Álex fue a entrenar en el mini gimnasio que tenían en la habitación que hace unos minutos nos encontrábamos.

Terminada la ducha me asomé a ver si no interrumpía a la nueva pareja, pero sólo vi a mi prima así que bajé rápidamente y le dije:

+Hey, ¿no tienes nada que contarme?

-Siiiiiii, tía, ¡Sergio y yo estamos saliendo! Me lo ha pedido antes y me he quedado muy impresionada, no me esperaba que él sintiera eso por mí. Y bueno, ¿tú cómo sabes que te tenía que contar algo?

+Os vimos mientras os besábais, no queríamos interrumpir así que yo me fui a dar una ducha y Álex a entrenar.

-Entonces ¿para qué querías que te contara algo?

+Es lo que se dice, supongo.

-Qué tonta eres.

+Tú si que eres tonta.

-Pues esta tonta se va a dar una ducha, tú haz la cena mientras, que ahora te ayudamos.

Me dirigí a la cocina sin saber qué hacer de cenar, así que lo primero que hice fue abrir la nevera por si había algo fácil de hacer. Menos mal, podía preparar algo muy bueno con aquello.

Mientras se hacía la comida me puse a ver la TV, todavía le faltaba un tiempo hasta que estuviera hecha. No me gustaba nada de lo que programaban en la televisión, así que subí y le hice una visita a Sergio.

+Sergio, ¿qué tal?

-Genial, mejor imposible. Estoy saliendo con tu prima Katrina.

+Algo sabía ya, enhorabuena.

-Muchas gracias. ¿Y tú qué? ¿Ya sabes qué le ocurre a Álex?

+Bueno, sí...lo hemos hablado y eso.

-Le vas a apoyar mucho, lo sé, eres buena chica.

+Eso quiero, ayudarle y que sonría, que no se merece estar deprimido y gracias Sergio, tú también eres buen chico así que no te tengo que decir que cuides a Katrina, porque sé que lo harás.

-Por supuesto que sí, no te preocupes.

Las idiotas también se enamoran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora