Segunda parte del maratón.
Capítulo largo :D
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Gwren.
Los días de recuperación pasaron bastante lentos para mi gusto, sin embargo, el día que me quitaron la férula fue el mejor. La lesión no fue realmente grave, no tuve la necesidad de una intervención quirúrgica así que con sólo veinte días de traer la férula sirvió. El doctor que me atendió se alegró de verme poco adolorida ya que en ningún momento me mandó ningún analgésico. Ángel después de todo también se sintió más cómodo de verme sin la férula y la nariz hinchada.
— Me gusta más verte así — dijo Ángel cuando el doctor se alejó con el fin de traer el último pronóstico de mis diez visitas que hice alrededor de mi tratamiento —. No sabes cómo me dolía verte con la nariz rota.
Sonreí y le besé la punta de su nariz.
— Tú te ves más sexy sin la nariz hinchada.
Los días siguieron transcurriendo después de mi inusual incidente en el que tanto Ángel como yo terminamos con la nariz por la par. Mientras yo atendía como loca los teléfonos que hablaban de revistas y periódicos con el fin de conseguir una cita con Ángel, yo no entendía cómo Ángel, siendo un joven alejado de toda la popularidad estadounidense podía recibir como mínimo unas diez llamadas al día de reporteros del Times y el Journal.
Olivia, Danna y yo comenzamos a salir junto con Elena cada vez que salía del trabajo, la Navidad estaba casi sobre nosotras y por ello, el trabajo era cada vez menos pesado. Las áreas de la oficina comenzaban a tomar sus vacaciones con el fin de salir con sus familias y tener un bonito recuerdo navideño. Sin embargo, Ángel era la excepción de todo junto con su camarada Vince Samuels, ambos tras llegar a la oficina se encerraban en la sala de juntas y salían tres horas después. No se me hacía raro, Ángel me comentaba que el fin de tantas horas en la sala era para tratar los asunto vistos en las Vegas, yo la verdad es que sabía que me estaba mintiendo, estaba casi segura de que la verdadera razón era para hablar tanto de Elena como de mí.
Parpadeo frente al espejo mientras toco los encajes de mi vestido. La boda de Olivia se había convertido en el primer plano de todo desde que llegamos a Atenas así que en cuatro días hicimos lo que no hicimos en un mes. Olivia estaba atónita y demasiado nerviosa como para ayudarnos demasiado a Danna, Elena y a mí pero pese a todo había disfrutado la experiencia. Sonrío abiertamente mientras recuerdo la despedida de soltera que apenas ayer habíamos vivido. Anoche Elena, Danna, Olivia, Sharon — la hermana de Olivia —, mi hermana Abby, otras amigas y yo nos fuimos a un antro que, muy amablemente, Ángel se encargó de rentar. Elena aún no sabía de nuestra relación y nada por el estilo, sin embargo, estoy segura que empezó a sospechar.
La despedida hizo reír a Olivia como loca y cómo no, la insistencia de Milo de no tener ningún desnudista nos hizo descartar la idea y no es cómo si hubiese sido el primer plano ya que sin duda alguna, la mayoría tenía a un hombre guapísimo del otro lado de la escena. Ángel, Vince, Milo y demás socios que no tengo ni la menor idea de quién son, se fueron a celebrar con Milo su último día de soltería, todos ellos, a diferencia de nosotras, se fueron a casa de los Vancouver a beber como desquiciados eso sí, procuraron dejar un poco sobrio y en sus cinco sentidos a Milo. La velada fue exageradamente buena, el baile, la música y el vino estuvieron exquisitos además, todas nos fuimos a quedar a casa de Danna.
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Ángel [Vancouver #1] || ✔
Novela JuvenilCuando Ángel Vancouver apareció en mi vida, fue un rotundo terremoto de emociones que arrasó con gran parte de mi cerebro. No recuerdo si fueron esos ojos verdes acuosos, o aquellas pestañas rizadas; incluso no recuerdo si fue aquella voz cargada de...