Eren siempre estuvo enamorado de mí, con el tiempo yo también me enamoré de él. El único problema es que él sigue creyendo que soy una chica.
*Ereri, au; Eren Jaeger/Levi Ackerman.
Uso descarado del Ooc.
Imagen de portada: Todo los créditos a Inune...
Todos los personajes que se mencionan/mencionaron en esta lectura, pertenecen a Hajime Isayama, del manga Shingeki No Kyojin/進撃の巨人 .
Pareja: Eren Jaeger/ Levi Ackerman
Imagen de portada: Todos los créditos correspondientes a inunekosukii/Lena por su bello arte.💖
Advertencias:AU, Uso descarado del OoC, Romance lento, Uso del lenguaje altisonante o vulgar.
Temática: Universo Alterno Escolar.
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Mi vida sólo podía resumirse como una bola apestosa de desgracias, una tras otra. Estaba acostumbrado a que las cosas salieran mal de cualquier forma. El día que me ocurriera algo realmente bueno, seguramente lo echaría a perder, porque así era yo, destruía todo lo que tocaba. Y es que prácticamente todo me había salido mal desde que llegué a este mundo, no hacía otra cosa que ir de fracaso en fracaso. Yo iba a ser la tragedia más grande del mundo.
Lo supe cuando cumplí los quince años y note que era el único chico de toda la maldita clase que se había quedado en el uno sesenta, incluso había chicas más altas que yo y eso ya era completamente deprimente; esa había sido la señal número uno de que todo en mi vida iba a salir mal.
Siempre había sido de complexión delgada y la mayoría de los brobucones se metían conmigo porque pensaban que no podría defenderme, lo cual era más o menos cierto. No tenía la fuerza que ellos poseían, pero al menos podía darles una o dos patadas que les dejara un lindo moretón.
Soy casi idéntico a mi madre, el mismo color de ojos, de piel, cabello. Las mismas facciones finas y delicadas. Había ocasiones en las que en efecto, terminaban por confundirme con mi mamá, por más irreal y cómico que suene.
No me gustaba el fútbol, basquetbol, voleibol o cualquier otro deporte. De hecho, era pésimo para ese tipo de cosas, por no decir que incluso soy torpe y me he llevado uno que otro moretón o raspón, en el intento de practicarlos. Prefería las cosas tranquilas, que no implicaran un hueso roto y dislocado, como por ejemplo tocar el piano en el taller de música. O bien, leer algún libro extremadamente cursi y poco realista.
En conclusión: Yo no era para nada masculino, más bien era una rosadita princesita que esperaba a su príncipe azul. Palabras de mi idiota mejor amiga, Hanji Zoe. A ella la conozco desde el jardín de niños y no entiendo como es que he podido con ella todo este tiempo. Sin embargo, muy en el fondo, aunque nunca lo admitiría abiertamente, ella era mi mejor amiga, la persona en quien más confiaba, y por supuesto que también la quería.
Metí a mi boca el último pedazo de pan que me quedaba y con paso cansado me dirigí al baño para cepillarme los dientes antes de iniciar otro hermoso día ―sarcasmo―. En cuanto terminé mi importantisíma tarea de lavar minuciosamente mis dientes, tome mis cosas y caminé a la parada del bus. El trayecto fue normal, gente empujándome para pasar, gente empujándome para poder alcanzar un lugar y no tener que verse en la necesidad de ir parada. Gente, gente y más gente, aplastándome como la pulga insignificante que seguramente era.