31. Un viaje a Lübbenau; 2/2

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Un viaje a Lübbenau; 2/2

Letra en cursiva: Representan recuerdos.

* 

[Eren. J]

Mike me miraba con una seriedad aplastante mientras de sus labios salía un firme "tenemos que hablar contigo". Supuse que tenía que estar en problemas, siempre que era de ese modo, Mike era el primero en enfrentarme con su típico "tenemos que hablar", mientras que Erwin permanecía en completo silencio observando como mi otro padre se deshacía el cerebro buscando formas pacificas de hablar conmigo, sin que todo terminara en gritos por parte mía.

Aunque no recordaba haber hecho algo malo en los últimos días, de hecho, era todo lo contrario. Desde que me libré de la escuela mis prioridades se enfocaban en ver películas de súper héroes, magos, zombies o aplastarme a jugar toda la tarde con mi consola de video juegos.

Por eso no lograba entender la seriedad de ambos hombres, quizá ya querrían echarme de la casa.

Eren, como sabrásEmpezó Mike cuando comencé a cuestionarlo con la mirada.La semana que viene salimos de viaje a Río...

¿La próxima semana?Cuestioné con rapidez, interrumpiéndolo en medio de su oración.— Pero ni siquiera he sacado mi pasaporte, ¿cómo se supone que..?

No lo necesitas— Esta vez fue el turno de Erwin de interrumpirme, a diferencia de Mike, parecía levemente preocupado.— Tú te quedas en Alemania.

Pestañeé varias veces, la información procesándose con rapidez dentro de mi cabeza hasta que por fin hizo click. Ellos planeaban irse sin mí. Ya antes me lo había insinuado Erwin, pero nunca pensé que fuera completamente en serio, pensaba que después de mi viaje a Lübbenau, arreglaríamos mi pasaporte y podría ir con ellos, pero parecía que eso no sucedería. Lübbenau sólo había sido una distracción para desviarme de sus verdaderas intenciones de deshacerse de mí. Miré a ambos con el ceño bien fruncido, haciendo obvia mi total furia.

Se dedicaron algunas miradas cómplices, sabiendo que además de todo, tendrían que lidiar con un predecible berrinche mío. Buscaban el modo de apagar el incendio antes de que se hiciera más grande.

¡Pero..!

Estaba a punto de atacar diciendo que había salido con un buen promedio de la escuela y que además de todo, había logrado quedarme en la universidad de ensueño de Erwin, que yo también merecía ese viaje tanto como ellos, sin embargo, fui interrumpido bruscamente por Erwin.

Rennie, hijito mío, cálmate— Erwin inmediatamente se sentó a un lado de mí en el cómodo sillón.— Queremos tener un poco de privacidad... además, piensa: escuché que en Río hace un calor terrible, tú odias el calor, no creo que te agrade mucho andar sudando todo el tiempo.

Comencé a pensar en ello, supuse que no debía ser nada agradable estar en un lugar demasiado húmedo, pero aún así quería ir. Mike también tomó asiento a mi otro lado y antes de que yo pudiera replicar, él agregó:

Además, ni hablar de la arena de la playa. Se te mete por lugares que no querrás saber, eso tampoco será cómodo para ti.

¡Exacto!— Secundó Erwin, dándole toda la razón a Mike.— Y piensa en los insectos que hay en la selva, los mosquitos y las enormes tarántulas, ¡imagina eso!

Pero...— Una vez más, intenté defender mi posición, pero cada vez me sentía más desanimado.

Entonces ambos hombres comenzaron a poner excusa tras excusa, que si los vuelos largos, el ardor de la piel cuando el sol la quemara, volviéndola más morena. Las pocas horas de sueño con las que tendría que lidiar, además de que si me quedaba podría tener un poco más de libertad de hacer cosas como fiestas, o quedarme viendo la televisión hasta tarde. Pero lo más importante fue:

Like a girl; EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora